La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido este jueves declarar la emergencia internacional por el brote de coronavirus en Wuhan. El director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha explicado que es necesaria una acción global contra el imparable avance de esta pandemia.

Este brote se ha cobrado ya 170 muertos y 7.818 casos confirmados. El número de afectados por el patógeno no ha dejado de engordar después de que el pasado 31 de diciembre se alertara por primera vez de esta nueva enfermedad. Sin embargo, la OMS ha vuelto a dedicar buenas palabras a China por su rápida reacción y explica que en ningún momento se debe identificar esta alerta con la desconfianza con el país.

El director del organismo ha asegurado que esta medida excepcional -solo adoptada en cinco ocasiones previamente- se toma “ante la posible llegada del virus a zonas que no cuenten con los medios necesarios para controlarla”.

Es la segunda vez que la OMS se reúne de urgencia para valorar la necesidad de aplicar la alerta internacional. El pasado viernes el organismo decidió que, pese a que el brote era importante, todavía no era el momento de su aplicación. Esta medida solo ha sido aprobada con anterioridad por la Gripe A, la polio en Oriente Próximo, el ébola en Africa Occidental, el zika en América y el ébola en la República Democrática del Congo.

Esta declaración supone, atendiendo al reglamento del propio organismo, la colaboración entre todos los estados para la prevención y la elaboración de los planes de contingencia. Estas medidas pueden tener graves repercusiones sociales y económicas, ya que implican el cierre o el control de fronteras o las restricciones de personas y mercancías.