Estados Unidos (EEUU) espera con máxima expectación la imputación de Donald Trump por, presuntamente, pagar 130.000 dólares a la estrella porno Stormy Daniels antes de las elecciones de 2016. La presentación de cargos convertiría al expresidente en el primero del país imputado penalmente.

La orden última podría llegar entre el día de hoy y mañana, pero los preparativos llevan días intensificándose, especialmente desde el pasado sábado cuando Trump llamó a la protesta desde redes sociales, tratando así de caldear una vez más el ambiente en las calles. El que fuera líder de los estadounidenses y candidato ahora a conseguir la nominación del mismo partido de cara a 2024, dijo que sería arrestado el martes y después emplazó a “recuperar la nación” a sus seguidores.

De esta manera, lo primero que a muchos se les vino a la cabeza fue la imagen del Capitolio, cuando simpatizantes del líder ultra se dieron cita frente a las puertas del órgano estadounidense -hasta entraron- después de que Trump perdiera legítimamente las elecciones. Después, ya el año pasado, ocurriría lo mismo en Brasil después de que Bolsonaro no consiguiera revalidar presidencia.

Mucha seguridad

El pasado domingo más de una docena de altos cargos de la policía de Nueva York y dos de los principales encargados de seguridad pública en la oficina del alcalde, Eric Adams, mantuvieron una reunión para estudiar las medidas de seguridad que se iban a poner a punto ante la posible salida de los simpatizantes de Trump a las calles.

Así las cosas, se ha desplegado presencia policial y vallado en los aledaños del Tribunal Penal de Manhattan, entre otros aspectos de seguridad. En el momento de redacción de estas líneas, el Club de Jóvenes Republicanos de Nueva York ha convocado una “protesta pacífica”, aunque por otras vías la llamada ha sido más drástica. Así la cosas, se ha llegado a llamar a la “huelga general” por la detención de expresidente y a “paralizar la sociedad”. Hay quien ha escrito incluso: “Celebraré si alguien quita del medio a ese fiscal”. Esto es en referencia a Alvin Bragg, persona que ha convocado al fiscal.

Amenazas para Bragg

El demócrata ha recibido amenazas después de la decisión, y es que los votantes de Trump lamentan un “abyecto ataque” de éste al expresidente y a la “legitimidad del sistema estadounidense de justicia”. Entre las personas que se han hecho eco de las acusaciones se encuentra Ron DeSantis, gobernador de Florida y que es concebido ahora como principal rival de Trump en la carrera a la Casa Blanca.

Trump anuncia su arresto y llama a incendiar las calles

El expresidente de EEUU declaraba el pasado sábado convencido de que sería arrestado este martes martes en el marco de la investigación en su contra por el presunto pago de un soborno a la actriz de cine porno Stephanie Clifford, conocida como Stormy Daniels.

"Me arrestarán el martes", aseguraba a través de su red social Truth Social en un mensaje en el que cita una "filtración ilegal" sin dar detalles sobre su origen.

En línea con sus tradicionales teorías infundadas de la conspiración, el expresidente asegura que la Fiscalía del distrito de Manhattan que lleva la investigación en su contra está financiada por el inversor húngaro George Soros, objeto habitual de críticas de movimientos ultranacionalistas como los defendidos por Trump durante su mandato.

La Fiscalía de Manhattan había ofrecido a Trump la posibilidad de declarar en este caso de presunto soborno y en el que su abogado, Michael Cohen, fue parte instrumental al entregar a Clifford unos 130.000 dólares para callarse que mantuvo supuestas relaciones con el magnate hace casi 20 años; una gestión realizada de manera irregular al quedar escondida en las cuentas de la Trump Organization, la compañía de Trump, durante la campaña electoral de 2016.

El exabogado de Trump se había reunido hasta en dos ocasiones esta semana con los fiscales que investigan el pago a Clifford. Si bien Cohen no ha revelado detalles concretos, sí se mostró convencido el viernes, en entrevista con la cadena ABC, de que existían pruebas de sobra, como mínimo, para imputar al expresidente por un delito penal; algo sin precedentes en la historia del país.

“Nadie está por encima de la ley”

El exvicepresidente de Estados Unidos Mike Pence ha expresado que "nadie está por encima de la ley", tras ser preguntado sobre el posible arresto del expresidente Donald Trump en el marco de la investigación en su contra por el presunto pago de un soborno a la actriz de cine porno.

"Estoy convencido de que el presidente Trump se las arreglará", ha añadido Pence, en declaraciones recogidas por The Hill, además de expresar su preocupación por el llamamiento de Trump a la movilización de sus seguidores: "Respetamos el derecho de los estadounidenses de ser escuchados y expresar sus frustraciones sobre lo que parece una persecución motivada por la política".

"Pero queremos mandar un mensaje claro de que la violencia no será tolerada, y cualquiera que participe de acciones violentas será perseguido por la ley", ha añadido.

A pesar de sus comentarios, ha recalcado su desacuerdo con la posible detención, sugiriendo que "la idea de imputar a un expresidente de Estados Unidos" le "preocupa profundamente".