Emmanuel Macron se habría negado a hacerse una prueba PCR en Rusia, antes de su importante encuentro con el presidente del país, Vladimir Putin, por temor a que el Kremlin "tuviera en sus manos" el ADN del presidente, tal y como ha recogido la agencia Reuters.

Según habrían indicado dos fuentes cercanas al presidente de Francia a la agencia, Macron debería haberse practicado una prueba diagnóstica para descartar cualquier posible positivo en Covid-19 que pusiera en riesgo a su homólogo ruso. Pese a la propuesta, el líder galo no quiso cumplir con el requisito.

La agencia Reuters detallaba que desde el Palacio del Elíseo creen que "las condiciones protocolarias que hubieran permitido una reunión con los dos jefes de Estado con una distancia menor no eran ni aceptables ni compatibles con los problemas de agenda" de Macron.

Después de la polémica generada en torno a la distancia que ambos presidentes internacionales habían mantenido en su cumbre, con una mesa de grandes dimensiones que les separaba, el Kremlin la podría haber utilizado como medida de seguridad para prevenir cualquier posible contagio.

Diferencias con las visita del presidente de Kazajistán

Aunque desde el Kremlin aseguraban que la gran mesa que se ha convertido en objeto de bromas en redes sociales, en la que se vieron las caras Vladimir Putin y Emmanuel Macron el pasado lunes, se han visto diferencias entre la reunión de Putin con el líder galo y el encuentro que mantuvo este jueves con el presidente de Kazajistán.

El dirigente ruso se vio las caras con el líder kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, y hubo menos distancias entre ambos. Algo que contrasta con su actitud durante la cumbre con Macron. Mientras que Putin esperó a lo lejos al presidente galo, durante su recepción, Tokayev estrechó su mano con él, con una distancia de seguridad mucho menor.