Desde que asumió el cargo de presidente de Estados Unidos, Donald Trump no ha parado de buscarse enemigos, demócratas, inmigrantes, mujeres y un larguísimo etcétera de colectivos, que están en el punto de mira del republicano. 

La prensa es otro de esos grupos a los que Trump intenta desprestigiar siempre que puede. Por ello, no duda en tachar de fake news cualquier información crítica con su Gobierno. De hecho, llegó a declarar que "los medios de las fake news no son mi enemigo, son el enemigo del pueblo americano".  

Sin embargo, el llamado cuarto poder no se ha quedado callado. Esta semana, más de 300 periódicos de Estados Unidos se han aliado para publicar editoriales en los que defienden la libertad de prensa y condenan la actitud de Trump

'The Boston Globe' a la cabeza

La iniciativa ha sido promovida por The Boston Globe -el mismo periódico que destapó en 2012 los escándalos de pederastia que durante décadas habían ocultado la Iglesia y las autoridades locales, y que inspiro la película Spotlight, ganadora del Óscar a la mejor película de 2015- y a él se han unido medios de diferentes tamaños, desde cabeceras locales hasta el gigante The New York Times. Incluso, se han adherido a la causa periódicos de regiones donde Trump se impuso en las elecciones presidenciales de 2016

Según el editorial de The Boston Globe, el presidente ha librado "un asalto sostenido contra la prensa libre" desde que llegó a la Casa Blanca, pese a que la "grandeza" de Estados Unidos es precisamente que los medios pueden informar libremente y "decir la verdad a los poderosos". 

"Etiquetar a la prensa como enemiga del pueblo es tan antiestadounidense como peligroso para el pacto cívico que hemos compartido desde hace más de dos siglos", lamenta el rotativo. 

Amenazas por los editoriales

Tras este editorial, el diario ha denunciado llamadas amenazantes que ya están siendo investigadas por las autoridades. “Un inquilino del edificio, The Boston Globe, recibió varias amenazas a través de una llamada telefónica. Con base en esta amenaza, las autoridades locales y federales recomendaron algunas medidas de seguridad adicionales para la propiedad”, recogía el correo electrónico enviado por el administrados de la sede del diario a otros inquilinos. 

Como era de esperar, Donald Trump, lejos de rectificar, intensificó sus ataques a la prensa. Para ello, eligió su medio favorito, Twitter, para mofarse de los problemas financieros de The Boston Globe, que fue adquirida por la empresa editora de The New York Times por un dólar.