Los bombardeos israelíes asolan la Franja de Gaza desde hace ya una semana y las víctimas, entre ellas cientos de niños, superan ya las tres cifras. Este viernes, Hamás planea desplegar una nueva ofensiva que ha bautizado como “jornada de ira”. Jaled Meshal, exlíder de la rama siria de Hamás, ha lanzado un “mensaje de ira” contra “los sionistas criminales” y los “estadounidenses que acudieron en su rescate” en el que advierte de consecuencias por el asedio israelí y el apoyo internacional brindado al país.

Tienen una doble moral. Ven las luchas de Ucrania justas, pero no ven la batalla del pueblo palestino como tal”, ha denunciado Meshal a través de un vídeo. “Enviaremos un mensaje por plazas y calles, un mensaje de ira. Estamos con Palestina, con Gaza, con Al-Aqsa y con Jerusalén”, ha amenazado. La situación es inasumible para los millones de gazatíes, que se enfrentan ahora al último ultimátum “imposible” que Israel ha lanzado. La mitad de la población de Gaza cuenta con 24 horas para desplazarse de sus casas antes de que el ejército israelí de comienzo a la operación terrestre.

El periodista especializado y desplazado en el lugar, Mikel Ayestaran, se ha mostrado preocupado por las consecuencias para la población civil que puede tener el recrudecimiento de la situación. "Vamos a ver qué pasa en este viernes de la ira, pero la seguridad luego por parte de Israel está en niveles máximos en unos despegues muy importantes, pero vamos a ver. Normalmente, cuando acaba la oración es cuando empiezan los problemas, la oración es al mediodía, vamos a estar muy atentos", ha relatado a la Cadena Cope.

En Europa, ahora, también existe preocupación. Los Gobiernos del viejo continente, de igual manera que ha hecho Estados Unidos, están en guardia ante un posible desencadenamiento de ataques terroristas perpetrados por lobos solitarios. En España se ha reforzado la seguridad de la embajada de Israel y unidades de la Policía Nacional y la Guardia Civil continúan alerta.

Ultimátum imposible

En este contexto, Israel continúa con su ofensiva y, tras varios días bombardeando a la población civil día y noche, prepara ahora su ofensiva terrestre. Ante el previsible comienzo de estos nuevos movimientos, ha dado 24 horas de plazo a la población para que abandone la zona norte de la Franja. Tan solo en esa zona viven 1,1 millones de personas, casi la mitad del total de la población, que no disponen de combustible, energía ni víveres, por lo que la evacuación es imposible.

Desde la Organización de Naciones Unidas (ONU) ya han advertido de lo disparatado de la propuesta. “Es imposible que tal movimiento masivo de personas se pueda producir sin consecuencias humanitarias devastadoras”, ha advertido Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. "El suministro de agua no se puede reponer debido al bloqueo total de la Franja por parte de las autoridades israelíes. No se puede traer combustible y los proveedores de agua israelíes ya no pueden entregar agua en Gaza", ha explicado.

Junto con los millones de gazatíes que están soportando los bombardeos, voluntarios de ONGs internacionales, conductores de ambulancias, paramédicos o periodistas están sufriendo las embestidas israelíes. De igual manera que la ONU, otras organizaciones están denunciando los crímenes de guerra cometidos por Israel, que bombardea corredores humanitarios, ha cortado todos los suministros y, según han denunciado varias instituciones desplegadas en el terreno, ha utilizado fósforo blanco.

Mientras, los altos mandatarios de Israel se niegan a cesar sus ataques y asumir responsabilidades mientras culpan a los palestinos, a los que se han referido como “animales”, de las consecuencias de sus ataques. "La responsabilidad de lo que pueda pasar a aquellos que no evacúen será de Hamás", ha trasladado el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari. Por parte de Hamás, este anuncio ha sido calificado como “propaganda”. “Gaza nunca más volverá a parecerse a lo que era”, ha amenazado.

"La ocupación trata de difundir propaganda falsa a través de varios medios para crear confusión entre los ciudadanos y socavar la estabilidad de nuestro frente", ha asegurado el grupo armado. "Los civiles no deben caer en los mensajes propagandísticos", ha zanjado, criticando la “guerra psicológica”.

Entre los grandes damnificados, la población civil, se propaga el miedo a que Israel certifique el apartheid que lleva desplegando décadas. Las organizaciones internacionales advierten de lo que está sucediendo, pero la estrategia desde occidente vira entre el blanqueamiento y la equidistancia. 500 niños han muerto ya y esta nueva ofensiva amenaza con engrosar esta vergonzosa lista de bajas.