Yaryna Vovk tiene 23 años. Es ucraniana residente en España desde hace 17 años y trabaja en la ONG Helsinki España, dedicada a la educación, los derechos humanos y la cooperación en materia de paz y seguridad. Liliya Mikolayiv es abogada especialista en inmigración y extranjería para ucranianos en España y presidenta de la asociación Con Ucrania.

Dos voces ucranianas, expertas y autorizadas que explican a ElPlural.com cómo se vive la situación a 3.700 kilómetros de la zona cero de los bombardeos, a una llamada que se hace esperar de sus familiares, a un vistazo en la televisión de ver cómo el desastre se apodera de su propio miedo.

Las imágenes de los bombardeos que se producen a lo ancho y largo del país preocupan y mucho a los ucranianos que asisten atónitos a como Rusia ocupa el país tras semanas de tensión. Así lo cuenta Vovk, que se enteró de la invasión cuando se despertó el jueves por la mañana y encendió el televisor. "Considero que tengo suerte porque tanto mi familia como mis amigos y conocidos viven en zonas cercanas a Polonia, estas regiones aún no han sido invadidas ni dañadas como ocurre con Kiev. Sin embargo, la tensión y el miedo son palpables como nunca.

"Una amiga me ha contado que desde el jueves por la mañana no pueden hacer vida normal ni ir a trabajar por la ley marcial. Les han pedido recolectar el máximo de dinero y alimentos posibles, preparar refugios en sótanos o lugares ocultos... Es increíble, es como volver a la Segunda Guerra Mundial. Ellos no saben qué hacer, no saben cómo comportarse. Están intentando informarse por medios de comunicación fiables, del Estado y no dejarse llevar por el pánico. Cada día se agudiza más y es muy complicado", añade sobre cómo está viviendo su entorno la invasión.

Varias personas protestan por los ataques a Ucrania ante el Parlamento Europeo en Madrid.

Varias personas protestan por los ataques a Ucrania ante el Parlamento Europeo en Madrid. Carlos Luján / Europa Press 

Así lo recalca Mikolayiv, que lleva más de veinte años ejerciendo como abogada en España. "Estamos muy tristes y preocupados. La guerra en Ucrania lleva ocho años. Sin embargo, nunca había alcanzado ese nivel hasta ahora. Sí que es cierto que Ucrania está preparada para combatir. Hay una frase que dice que en cada pueblo ucraniano hay un chico que ha muerto en la Guerra del Dombás. No es algo nuevo. Hasta ayer la gente lo tomaba como algo normal, estaba acostumbrado a la guerra. En la zona pacífica no había preocupación y se podía llevar la vida de manera cotidiana, como se vive aquí en España. Aunque sabíamos que había puntos geoestratégicos para Rusia en nuestro país, no sabíamos que se iba a producir ese avance a gran escala", dice.

"Es algo que nadie se esperaba. Es algo que no se puede creer. Lo pasan muy mal, es una guerra. No se sabe qué va a ocurrir y es una lástima que este tipo de situaciones se estén dando", afirma Yaryna Vovk al respecto.

SOS a Occidente

Sus esperanzas se centran en que la ayuda llegue pronto a pesar de que la OTAN y multitud de países hayan negado intervenir militarmente en la zona. "Quiero creer en que finalmente todos los esfuerzos que se están dando por parte de la comunidad internacional tengan un efecto. Y espero que sea pronto. Nosotros no estábamos preparados para esto, al final el mundo tiene que dar la cara. Cuanto antes suceda mejor", comenta la joven, también experta en relaciones internacionales.

Además, insiste en la necesidad de reivindicar a Ucrania como un país independiente y soberano: "Hablando desde mi experiencia, de mis veintitrés años de vida, los últimos diecisiete los he pasado en España a excepción de algún verano que sí que lo he intentado pasar con mis familiares. Sin embargo, yo he de decir que a pesar de que pasen los años, yo siempre seré ucraniana. Son mis raíces, es mi familia, es mi cultura, son mis tradiciones y es mi infancia. Y si yo y otros muchos niños y niñas han podido disfrutar de ella, Ucrania no es una excepción. Ucrania es un estado soberano e independiente en igualdad de condiciones que otro. Es un país joven, capaz, deseoso de poder crecer y me gustaría que en cuanto se viera la bandera de Ucrania se relacionara con la libertad, porque no simboliza otra cosa que eso".

Un grupo de personas sostienen la bandera de Ucrania en una concentración ante la embajada rusa en Barcelona.
Un grupo de personas sostienen la bandera de Ucrania en una concentración ante la embajada rusa en Barcelona. David Zorrakino / Europa Press
 

Sin embargo, ambas dan por supuesto que la ayuda humanitaria va a ser más que necesaria. Y es que desde que Rusia invadiera Ucrania en la zona del Dombás en 2014, la situación ya existía."Desde el año 2014, cuando empezó la agresión rusa empezaron a llegar ucranianos a España pidiendo protección, pero en ese momento solo había un millón de personas desplazadas dentro del territorio ucraniano. Aunque muchos decidieron irse a otros países, el esfuerzo se quedó en Ucrania porque se quedaron ahí. Aquí al final los ucranianos no conseguían que Interior les diera asilo porque consideraban que había formas suficientes adoptadas por el Gobierno de Ucrania para que se pudiera rehacer la vida en el territorio. Ahora no hay zonas donde las persona se puedan sentir seguros”, contextualiza la abogada que ayuda cada día a ucranianos a conseguir asilo.

Y añade: “Los países europeos tienen la obligación de acoger a estas personas. Estamos hablando de personas que han salido de su casa y no tienen ni el pasaporte o en las que las familias se separan y nos niños no pueden cruzar la frontera por no tener la autorización de sus padres. Dadas las circunstancias, hay que flexibilizar las normas en la frontera".

"En cuanto a ayuda humanitaria hay numerosos países preparados para ofrecer este tipo de ayudas. Lo que sí que sé es que países como Polonia o Bulgaria están preparando sus fronteras para acoger a estas personas que están deseando huir del país. Es realmente difícil salir del país. Ucrania ha cerrado sus fronteras y no permiten que nadie salga”, explica la trabajadora de la ONG. Sin embargo, afirma que es viable entrar al país: “Yo estoy presente en un grupo de Whatsapp en el que hay muchos ucranianos y hay algunos que están intentando entrar allí para ayudar a sus familiares que son mayores, personas ancianas y que no van a poder hacer mucho. No hay salida.”

"Rusia no va a parar en Ucrania"

Liliya Mikolayiv, además, avisa al resto de países: "Estamos muy preocupados y somos conscientes de que nadie va a luchar por nosotros. Los propios ciudadanos ucranianos vamos a combatir. Somos la entrada de Rusia a Europa y con respecto a otros países. Ucrania no va a ser el único que lo va a sufrir y Rusia no se va a parar ahí. Sin embargo, los ciudadanos ucranianos si están dispuestos a luchar. No quieren ser territorio ruso y ser ocupados por ellos. Sabemos que el ejército ucraniano no tiene la fuerza que tiene el rusia, sabemos que no va a ser fácil, pero no nos vamos a rendir tan fácilmente”.

Varias personas con una pancarta participan en una nueva concentración ante la embajada rusa de Madrid tras los ataques en Ucrania.
Varias personas con una pancarta participan en una nueva concentración ante la embajada rusa de Madrid tras los ataques en Ucrania.Isabel Infantes / Europa Press
 

Para facilitar la crisis migratoria que se producirá en las próximas semanas, Mikolayiv pide a la administración española que facilite la situación para poder pedir asilo: "El procedimiento de refugio en España es muy largo y burocrático. Durante estos años el procedimiento se ha ido complicando. Hace diez años era muy rápido y eficaz y sin problemas para gestionarse. Como hubo muchas solicitudes con países como Venezuela, había que estudiar muchas solicitudes. La administración española está colapsada en este procedimiento. Además, quienes empiezan a tramitar su asilo no pueden hacer ningún tipo de papeleo ni tener acceso a la tarjeta sanitaria o empadronarse. Ni siquiera están protegidos. Muchos no pueden ni identificarse porque si uno huye porque bombardean su casa no piensa en coger un pasaporte. Los países deben flexibilizar ese proceso para facilitar el proceso. Ahora pueden tardar dos o tres años y no es viable."