Cuando la invasión de Vladimir Putin en Ucrania comienza a recrudecerse en las principales ciudades del país, también en Kiev, los líderes internacionales actúan a contrarreloj en múltiples intentos para frenar la ofensiva rusa. Por este motivo, la OTAN ha convocado para el próximo 24 de marzo una cumbre extraordinaria, a la par que los mandatarios europeos de la Unión Europea se reunirán la próxima semana para afrontar la crisis. 

Con este escenario de fondo, cabe destacar la figura del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien se desplazará personalmente a Bruselas para acudir a las dos reuniones de máxima envergadura internacional. La cita ha sido convocada el mismo día que los líderes de los Veintisiete se reúnen en el Consejo Europeo y servirá para hacer seguimiento de la guerra.

"Convoco una cumbre extraordinaria el próximo 24 de marzo en la sede de la OTAN. Abordaremos la invasión rusa de Ucrania, nuestro apoyo a Ucrania y cómo fortalecer la disuasión y defensa de la OTAN", ha señalado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un mensaje en redes sociales. La reunión supondrá un paso más en la coordinación entre Estados Unidos, Canadá y Reino Unido con los socios europeos "en un momento crítico", ha apuntado el político noruego.

 

Segunda intervención de Biden en cumbres europeas

Respecto a la cumbre de líderes europeos, que también tendrá lugar en Bruselas, Biden asistirá entre el 24 y 25 a la reunión, tal y como han confirmado también este martes fuentes comunitarias. No es la primera vez que el mandatario estadounidense asiste a cumbres internacionales de este calibre, ya que estuvo presente en el G7 en Cornualles (Inglaterra) del 11 al 13 de junio del año pasado, fechas en las que también asistió en su primera gira como presidente en Europa a la cumbre entre EEUU-UE.

Rusia impone sanciones a Estados Unidos

Este martes también se ha dado a conocer la respuesta rusa ante las múltiples sanciones que ha ido implantando la comunidad internacional desde que estalló la guerra en Ucrania el pasado 24 de febrero. El Kremlin ha impuesto así sanciones contra Joe Biden, el secretario de Estado, Antony Blinken, y otros funcionarios de alto rango del país norteamericano.

De este modo, el Gobierno ruso ha afirmado que esta decisión viene dada por una "consecuencia inevitable" por el "rumbo extremadamente rusofóbico tomado por la actual Administración estadounidense". No obstante, ha precisado que Moscú "no se niega a mantener relaciones oficiales" con Estados Unidos si estas responden a sus "intereses nacionales".