El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha indicado que el reconocimiento del plan de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental no repercutirá negativamente en las relaciones con Argelia, país llamado a ser uno de los pivotes sobre los que Pedro Sánchez tratará de articular un nuevo tejido de suministro de gas que disminuya la dependencia europea con Rusia: “Argelia es un socio muy fiable, estratégico y amigo de España. Yo mantengo una relación muy fluida con mi homólogo y esa asociación estratégica está llamada a perdurar en el tiempo”, ha indicado el ministro.

Pese a reconocer que Argelia no había sido informada con anterioridad de los pasos que pretendía adoptar España para abrir un nuevo tiempo en sus relaciones con Marruecos, ya que, según Albares, “la diplomacia requiere de discreción”, el titular de Asuntos Exteriores ha repetido hasta en tres ocasiones que la relación con el país argelino es “fluida, constante y sólida”: “Precisamente en estos momentos de tanta inestabilidad en Europa, con una guerra ilegal e injusta como la que tiene lugar en Ucrania, el gaseoducto que nos une pondrá más en valor geoestratégicamente nuestra alianza”.

Al margen, y apenas dos horas después de que la Casa Real de Marruecos, su Ministerio de Exteriores y nuestro gabinete de Presidencia lanzasen tres comunicados paralelos para justificar el cambio de posiciones, Albares ha defendido que este es un momento crucial para cerrar heridas y abrir un proceso de relaciones diplomáticas en el que impere la total transparencia, la sostenibilidad compartida de los intereses económicos y la ausencia de decisiones unilaterales en perjuicio contrapuesto: “Siempre es bueno cerrar una crisis de forma definitiva. Siempre es bueno empezar una etapa de respeto mutuo y ausencia de decisiones unilaterales. En este momento, en el que toda Europa debe hacer frente a la guerra de Vladimir Putin, es el momento indicado para cerrar crisis”.

Un cierre, el de la crisis con Marruecos, que, sin embargo, y como es habitual en todos los temas de política exterior, ha vuelto a generar discrepancias entre socios de Gobierno: “No podemos compartir esta propuesta porque plan autonomista que defiende Rabat supone abandonar la posición de neutralidad y el consenso de las resoluciones de Naciones Unidas. Además, se trata de una postura con la que se rechazaría de facto el 'mutuo acuerdo' ya que ni el Polisario ni Argelia aceptarían esta solución”, han indicado fuentes de Unidas Podemos a ElPlural.com.

“Desde Podemos defendemos que la única solución pasa por implementar el derecho internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas, que señalan la necesidad de celebrar un referéndum y de respetar la libre determinación del pueblo saharaui”, prosiguen estas mismas fuentes. Además, y poco después de conocerse la noticia, la propia Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en el Ejecutivo, ha negado estar a favor del paso adoptado por Pedro Sánchez. No ha sido la única: el propio Alberto Garzón, líder de IU y ministro de Consumo, también se ha mostrado profundamente en contra de una decisión que va en contra de la posición mantenida en los últimos años por el propio PSOE.

Los detalles del acuerdo

“Hace unas horas, la Casa Real marroquí y el Gobierno español hemos informado de un nuevo acuerdo que supone el inicio de una guerra etapa en la relación de ambos países basada en el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de operaciones individuales y la transparencia permanente”, ha explicado Albares.

El ministro, además, preguntado por las críticas de Unidas Podemos, ha puesto sobre la mesa las dificultades migratorias a las que ha tenido que han tenido que hacer frente en el último año las Islas Canarias, Ceuta o Melilla. “Los matices entre ministros son algo normal en todos los gobiernos democráticos, incluidos los monocolor. Hay una unidad total en el seno del Gobierno en que hay que defender los intereses de los españoles en tiempos tan convulsos. Los intereses de los andaluces, los canarios, los melillenses y los ceutíes deben ser protegidos”, ha indicado.

Sobre la posición del PP, cuyo grupo parlamentario ha pedido la comparecencia en el Congreso de los plenipotenciarios del Gobierno para explicar el cambio de postura, Albares se ha limitado a recordar que durante etapas anteriores, durante el mandato de Mariano Rajoy, España ya manifestó los esfuerzos de Marruecos para encontrar una solución a una ocupación que dura 50 años. Además, el dirigente ha indicado que comparecerá a petición propia en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados para dar fe de los motivos de la decisión, así como para responder a cualquier duda generada tras los comunicados de Moncloa y Rabat.

“Esta nueva etapa se desarrollará en base a una hoja de ruta clara y ambiciosa, y todo ello para garantizar la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad compartida. Afrontamos este nuevo periodo con la determinación de abordar conjuntamente los desafíos comunes, especialmente en los flujos migratorios actuando siempre con un espíritu de total colaboración”, ha esgrimido, añadiendo algunas cifras que dan fe de la importancia para España de contar con unas buenas relaciones con el reino alauí. “La prosperidad de nuestros países está íntimamente ligada. España y Marruecos están unidas por la historia y la geografía. Marruecos es el tercer socio de España fuera de la Unión Europea. En el último año del que tenemos datos nuestras exportaciones aumentaron un 29%, 17.000 empresas españolas tienen relaciones con Marruecos y 700 están instaladas allí”, ha sentenciado.