Las protestas a favor de la despenalización del aborto en Argentina han atraído la atención global, no solo la de los argentinos y argentinas. Este miércoles, el Senado argentino votará un proyecto para despenalizar y legalizar el aborto después de cinco meses de un intenso debate que salió del parlamento y se trasladó a las calles.

A la espera del resultado, las protestas y manifestaciones se condensan alrededor del Congreso. La ‘marea verde’ argentina identifica a quienes apoyan esta iniciativa, como explicaba Florencia Etcheves a ElPlural.com en una entrevista.

El proyecto de ley es una iniciativa de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que busca despenalizar cualquier aborto hasta la semana 14 de gestación. "La interrupción voluntaria del embarazo no se trata de una cuestión moral o ética, es un problema de salud pública, porque muere gente y (los abortos clandestinos) generan gravísimos daños en mujeres jóvenes y sanas", explicó en la sesión del pasado mes de junio la diputada Samanta María Celeste Acerenza, de Propuesta Republicana (PRO), del frente gobernante Cambiemos.

La presión se hace todavía más latente a medida que se intuye que la mayoría de los senadores rechazarán el proyecto de ley ya aprobado en junio por la cámara de los Diputados con 129 votos a favor y 125 en contra, contando con una abstención.

Ante el desfavorable panorama, grupos que apoyan la iniciativa han intentado modificar el proyecto de ley para reducir de 14 a 12 semanas el lapso en el que se autorizaría el aborto; aunque la propuesta ha fracasado. Sin embargo, quienes luchan por la legalización del aborto se muestran optimistas con que, tarde o temprano, se aprobará.

Legislatura argentina

El Código Penal argentino hasta 1921 consideraba la interrupción del embarazo como una practica ilegal, asociada a penas de cárcel. De esta manera, siendo una de las legislaciones más permisivas, marcó ciertas excepciones para los abortos.

En el artículo 85 del Código Penal argentino queda establecido que todo aquél que provoque un aborto será condenado a diferentes penas de cárcel:

  • De tres a diez años de cárcel "si fuera sin consentimiento de la mujer", pena que podría aumentar hasta los 15 años en el caso de que la mujer falleciera a consecuencia del aborto practicado.
  • De uno a cuatro años de cárcel "si fuera con consentimiento de la mujer", ampliable a seis si la mujer muriera en la intervención.

No obstante, las modificaciones sancionadas en 1921 incluían ciertas excepciones, dando así lugar a la posibilidad de practicar un aborto no punible, excepciones que fueron ratificadas y ampliadas hace casi una década. Eran -y son, ya que la legislación actual se mantiene así- las siguientes:

  • Si el aborto se practica con el fin "de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios".
  • Si el embarazo procede de "una violación o un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto".

Además, en caso de que no exista excepcionalidad, "la mujer que cause su propio aborto o consienta que otro se lo causara" será castigada con una pena de uno a cuatro años de cárcel, si bien la tentativa no es punible.

Este debate ha sido de los más enriquecedores que el parlamento argentino ha recogido, dando lugar a jornadas enteras de intervención. Si se consigue legalizar el aborto en Argentina esto supondría un hito en la historia de América Latina. En las manifestaciones de la ya mencionada ‘marea verde’ argentina, se han organizado charlas de mujeres que narran experiencias sobre el aborto y en Twitter se hizo muy popular la etiqueta #YoAborte, con relatos similares.

Los grupos que se oponen a la legalización del aborto, que se identifican con un color celeste y el lema “salvemos las dos vidas”, también se han movilizado de manera intensa. Han contado, por supuesto, con el apoyo de la iglesia católica. Han tenido lugar misas, actos ecuménicos y manifestaciones en las que se realizaron ecografías con el objetivo de hacer escuchar a la gente los latidos del corazón.

De momento, sólo Cuba, Uruguay y la Ciudad de México han legalizado el aborto. Países como El Salvador, Honduras y Nicaragua lo tienen completamente prohibido.