Las autoridades de la Franja de Gaza han denunciado este sábado la muerte de al menos 74 palestinos a causa de los ataques perpetrados durante el último día por el Ejército de Israel, en el marco de la ofensiva desatada contra el enclave tras los ataques del 7 de octubre de 2023, con lo que la cifra de fallecidos supera ya los 65.900.

El Ministerio de Sanidad gazatí ha señalado en un comunicado que durante las últimas 24 horas se han confirmado 77 fallecidos, incluyendo en la suma tres cuerpos recuperados fallecidos con anterioridad, y 256 heridos, por lo que ha subrayado que "el balance de víctimas de la agresión israelí ha aumentado a 65.926 mártires y 167.783 heridos desde el 7 de octubre".

Así, ha detallado que entre los muertos durante el último día hay 17 personas tiroteadas cuando intentaban obtener ayuda humanitaria, antes de agregar que al menos 2.560 palestinos han muerto y 18.703 han resultado heridos en este tipo de incidentes, condenados por la comunidad internacional.

Por otra parte, ha reseñado que 13.060 palestinos han muerto y 55.742 han resultado heridos desde el 18 de marzo, fecha en la que Israel rompió el alto el fuego pactado en enero con Hamás y relanzó su ofensiva contra el territorio costero, si bien ha apuntado que "aún hay víctimas entre los escombros y tiradas en las calles, ya que las ambulancias y los equipos de Protección Civil no pueden llegar a ellas".

750.000 desplazados

Por su parte, el Ejército de Israel ha informado este sábado de que más de 750.000 palestinos se han desplazado desde la ciudad de Gaza hacia el sur a medida que avanza la última ofensiva puesta en marcha contra la localidad y siguiendo las órdenes emitidas por las tropas sionistas.

El portavoz en árabe del Ejército, Avichai Adrai, ha señalado en un comunicado que la ciudad de Gaza "se está vaciando porque los residentes se están dando cuenta de que la operación militar se está recrudeciendo y de que moverse hacia el sur es más seguro". Así, ha explicado que las operaciones se han intensificado a medida que el Ejército trata de "acabar" con todos los "objetivos" del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la zona, pese a que la realidad es que la cifra de civiles asesinados indiscriminadamente no para de crecer.

"Pedimos a todo el mundo en la zona de Al Mauasi trasladarse lo antes posible y sumarse a los más de 750.000 residentes que ya han abandonado la zona en los últimos días por motivos de seguridad", ha dicho.

Netanyahu justifica los ataques

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, protagonizó este viernes el que probablemente haya sido el discurso más infame de la 80ª Asamblea General de la ONU. La tensión apresó el ambiente a su llegada, con un mar de gritos y abucheos antes de una intervención en la que el líder sionista mintió abiertamente y justificó la ofensiva de su Ejército, además de lanzar ataques al resto de naciones que están reconociendo el Estado de Palestina y señalando las atrocidades que están teniendo lugar en la Franja de Gaza.

"Israel debe acabar el trabajo en Gaza tan pronto como sea posible", arrancó, ya con una retórica de guerra sin lugar a equívoco: Israel debe seguir matando en los territorios ocupados para finalizar su misión de controlar todo el territorio y limpiarlo de palestinos. En la misma línea, Netanyahu no tuvo problema en justificar el asesinato de más de 65.000 palestinos en dos años: "Se nos acusa de atacar deliberadamente a los civiles. Señores y señoras, es lo contrario. Estamos adoptando más medidas para minimizar las bajas civiles que cualquier otro ejército en la historia y Hamás, además, utiliza a los civiles como escudo". "Quiero también desprenderme de las falsas acusaciones de genocidioEl único genocida es Hamás con su matanza del 7 de octubre de 2023, y lo que queremos evitar es que se repita aquel día una y otra vez", añadió.

"¿Un país que comete genocidio le pediría a la población civil que se vaya a zonas seguras? ¿Los nazis decían a los judíos que se fueran?", cuestionó al aire, para responder que Israel quiere "que se vayan para que estén seguros, y Hamás quiere que se queden". Sobre la marcha a lugares seguros que alega el primer ministro israelí, dos puntalizaciones: la primera, que Gaza se encuentra completamente sitiada. Todas las salidas están bloqueadas y es imposible salir por la militarización de las fronteras (ni siquiera la ayuda humanitaria puede entrar por el mismo motivo), y la segunda, que la población está completamente hacinada: la densidad de población de Palestina es de casi 1.000 personas por kilómetro cuadrado en un territorio casi completamente arrasado por los bombardeos y en el que el hambre y las enfermedades también están empezando a cobrarse vidas. Estos factores hacen imposible "irse" a ningún sitio, como dice el primer ministro israelí.

Del mismo modo, Netanyahu negó la hambruna en Gaza y argumentó que si hay hambre, es por culpa de Hamás. "Los que generan hambruna y genocidio en Gaza no son mejores que los que defienden y hablan de genocidio y hambruna en Gaza, no son mejores que los que abogaban por ello en la Edad Media para los judíos. De hecho, el antisemitismo vuelve y vuelve, no muere nunca, se realimenta, crece una vez más”, agregó.

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