Si algo diferencia a Podemos de la vieja política de la casta es que los trapos sucios se lavan en las redes sociales, a la vista de todos, y no en los despachos. La pelea de dos miembros del partido en Cantabria por puestos en el Gabinete de Comunicación en su grupo parlamentario lo ha dejado ver.

Acusación de enchufismo
Uno de los protagonistas es el anterior responsable de Comunicación de Podemos en Cantabria, Óscar Manteca, de baja del partido después de que el partido le abriera dos expedientes sancionadores, precisamente por la pelea con la diputada regional Verónica Ordóñez.

Todo empezó por la contratación de cuatro trabajadores para el grupo de Podemos en el Parlamento de Cantabria, donde el partido cuenta con tres representantes. El exsecretario de Comunicación se había postulado al puesto de jefe de prensa y acusó a la diputada de enchufismo, de “colocar” a personas de su entorno.

En declaraciones a El País, afirmó que se trató de “una cacicada”, pero la parlamentaria le acusó a él de pretender “prevaricar” y conseguir una plaza para la que no tiene la cualificación requerida.

Pablistas y errejonistas
La cosa llegó al Consejo Ciudadano autonómico, dividido en dos sectores, según el exresponsable de Comunicación, que habla de “errejonismo” y “pablismo”, algo que según afirmó, “ha estallado en muchos sitios”.

En Twitter, los dos protagonistas de esta historia, la parlamentaria y el exresponsable de Comunicación dejaron ver sus desavenencias personales.