Llueve sobre mojado. La empresa semipública Avalmadrid concedió en el año 2011 un crédito a una sociedad del padre de Isabel Díaz Ayuso, quien utilizó como aval una nave industrial situada en Ávila. Según publica El País, un informe de tasación advirtió de que en caso de embargo, la venta de la nave sería harto complicada; lo cual no frenó a Avalmadrid, que concedió el préstamo sin dudarlo y a pesar de que existían informes de técnicos que alertaban de presuntas irregularidades.

“El mercado inmobiliario presenta un futuro incierto provocado por los altos precios de adquisición en tiempos pasados, los cambios fiscales de las viviendas, la desconfianza en el futuro, la reducida bolsa de demanda potencial y el endurecimiento de las condiciones crediticias, lo que plantea unas expectativas de venta muy bajas, con tiempos de comercialización muy largos que obligan a bajar los precios hasta unos valores acordes a esta situación”, reza el informe revelado por el citado periódico. Y se añade: “Se consideran dificultades de venta debido a la situación actual del mercado inmobiliario”.

La dudosa maniobra de Ayuso

Tal y como publicó El Confidencial, una de las empresas del padre de Ayuso (ya fallecido) pidió un crédito de 400.000 euros a Avalmadrid. Así, el Gobierno regional aportaba en torno a un 30% del capital a fin y efecto de facilitar financiación a pymes.

El préstamo fue solicitado concretamente por la compañía MC Infortécnica SL, de la cual el padre de la candidata popular es propietario al 50%, y se formalizó ante notario el 15 de marzo de 2011.

Una de las garantías que presentó fue una nave en Ávila cuyo valor de tasación ascendió a 213.596 euros. La compañía debía devolver 100.000 euros a Avalmadrid y otros 3.000 de intereses. No lo hizo.

Los avalistas responden con sus bienes ante las deudas. Ante esto, el padre cedió el inmueble situado en Chamberí (Madrid) a Ayuso el 7 de octubre de 2015 para que, de esta manera, escapara a los acreedores. Avalmadrid no recuperó su dinero y no pudo ejecutar el embargo sobre el inmueble en cuestión puesto que fue cedido. Eso sí, la empresa semipública se adjudicó la nave del padre, precisamente la que el informe alertaba de dificultades para venderla.

Según el artículo 257 del Código Penal, se produce un delito de alzamiento de bienes cuando se disminuye el patrimonio deliberadamente para frustrar el derecho del acreedor a cobrar su deuda.

El autor del delito es quien enajena el bien, en este caso, el padre; pero si quien recibe la cesión es consciente de que la maniobra tiene por objeto evitar el embargo, se convierte en cooperadora necesaria y participa de dicho delito. El alzamiento de bienes está castigado con penas de hasta cuatro años de cárcel.

El informe que advertía de los riesgos

Según eldiario.es, las presuntas irregularidades de la nave podrían provocar una caída del valor de la propiedad, lo que dificultaría aún más la venta.

El padre de Ayuso pidió una tasación a TINSA, que el 12 de febrero de 2011, un mes antes de la firma del crédito, tasó el terreno en 213.596 euros pese a que se escrituró en 26.000, según el Registro de la Propiedad.

Además, el informe alertaba de que “actualmente el sector médico se encuentra en auge”, pero “la coyuntura económica y la dependencia de la Administración pública hace que las sociedades tengan que soportar fuertes tensiones de liquidez para aguantar los pagos”. En otras palabras, que la solvencia de la compañía estaba en riesgo precisamente porque su liquidez dependía de los pagos de la Administración.

Pese a todo ello, se autorizó la formalización de la operación.