Francisco Granados ha cambiado de abogado y ya van tres. El que fuera secretario general del PP madrileño, uno de los hombres fuertes de
Esperanza Aguirre y el supuesto cabecilla de la trama corrupta Púnica, ha comunicado a la Audiencia Nacional que desde ahora se encargará de su defensa el abogado José Javier Vasallo.

Granados fue detenido en octubre de 2014 por su implicación en la trama Púnica y quedó en libertad el pasado 14 de junio tras repetidas súplicas a la Justicia, 33 meses después y pagando la fianza de 400.000 euros que le pedía el juez Velasco.

Denunciaría a la UCO y a la Fiscalía

Tal y como contó entonces ELPLURAL.COM, desde la propia puerta de la cárcel de Estremera Granados ya avisó. Salía con “ganas de hablar” y con la idea de pedir "responsabilidades" a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, a la Fiscalía y a todos aquellos que habían firmado informes contra su persona acusándole de ser el cabecilla de la trama Púnica.

Si Granados tiene algo claro es que, pese a todas las pruebas acumuladas por los investigadores, él “desde luego”, “no soy el cabecilla” de la Púnica. Puede que esta sea la razón de que haya cambiado una vez más de abogado.

Enlace entre la Púnica y la Gürtel

Pero, sin duda, lo más llamativo es que con esta decisión el abogado José Javier Vasallo se convierte en un puente entre dos de las tramas de corrupción más extensas y que más afectan al Partido Popular: la Púnica y la Gürtel.

Vasallo es también el defensor de uno de los implicados y pesos pesados en la Gürtel: Álvaro Pérez, más conocido como El Bigotes. Aunque no es el único nombre conocido con el que trabaja. Fuera de la política, se encarga de litigios como el de Roció Carrasco, Rociíto, con su expareja Antonio David.

Tres abogados para escapar de la Púnica

Granados comenzó este camino judicial de la mano del exfiscal de la Audiencia Nacional Enrique Molina. En junio de 2016, dejó la defensa del popular asegurando que se había sentido engañado por su propio cliente. Granados le había prometido que ni sabía nada ni tenía dinero oculto, pero la UCO había descubierto el famoso maletín con un millón de euros escondido en uno de los altillos de los suegros de Granados.

Carlos Zabala, fue el siguiente en trabajar por la defensa del exsecretario general del PP madrileño, aunque sólo durante cuatro meses.

Poco después Granados contrató a Virginia Santana, Carlos-Pelayo y Carlos María García de Ceca. Ahora, once meses después, ya no se encargan de la defensa de Granados, pues han concedido la venia a Vasallo.