El Govern y el PSC han alcanzado un acuerdo para aprobar los Presupuestos de la Generalitat para 2024, aunque todavía falta una pata más para que salgan adelante. Republicanos y socialistas no llegan a la mayoría absoluta que marcan los 68 diputados en el Parlament. No obstante, sendas formaciones ya han superado un escollo en el camino y firmarán el pacto este martes a las 16:00 en el Palau de la Generalitat

Ya el sábado, el primer secretario del PSC, Salvador Illa, aseguraba que las negociaciones estaban "avanzadas" con el Govern para las cuentas tras dar por cumplido el paquete de peticiones de los socialistas de las Cuentas públicas de la Generalitat de 2023. Tras ultimar los flecos del acuerdo a lo largo de este lunes, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder de los socialistas catalanes escenificarán la firma del pacto en el Palau de la Generalitat, aunque a las 09:00 horas será el ex ministro de Sanidad el que comparezca desde el Parlament de Catalunya para dar cuentas de la negociación.

Será la segunda vez que los socialistas respaldan las cuentas públicas del Govern, que se toma un respiro en la recta final de una legislatura que caduca el próximo febrero de 2025. Sin embargo, no está todo el pescado vendido. ERC y PSC deberán encontrar una tercera pata que sustente el acuerdo presupuestario, pues ambas formaciones no suman los 68 escaños que marca la mayoría absoluta en el Parlament de Cataluña. Sólo necesitan dos diputados para sacar adelante las cuentas.

Los comunes, el siguiente paso

A diferencia del ejercicio pasado, Aragonès ha optado por la técnica inversa. El president ha buscado el apoyo del principal partido de la oposición para después amarrar los dos escaños (mínimo) que le faltan para convalidar los Presupuestos de la Generalitat. En 2023, los comunes sustentaron el acuerdo y sobre ellos recae el foco ahora que socialistas y republicanos han superado el primero de los escollos. Desde el grupo que lidera Jéssica Albiach insisten en que no piensan dar validez a un proyecto presupuestario que orbitan sobre la creación del megacasino Hard Rock, al que los morados se oponen radicalmente y más aún en un contexto de sequía en Cataluña.

Si bien Aragonès no ha mostrado querencia por el proyecto en público, ha sostenido que no puede renunciar a unas cuentas que albergan más de 2.000 millones de gasto por frenar el plan.

PSC y ERC ya han anunciado el acuerdo presupuestario en el Ayuntamiento de Barcelona, donde gobiernan los socialistas aunque tampoco alcanzan mayoría absoluta. El acuerdo que estos mismos actores anuncian este martes es el preludio a un potencial acuerdo de los republicanos a los Presupuestos Generales del Estado. No obstante, cuentas de la lechera madrileña aparte, el equipo negociador ha priorizado atar el sustento de los socialistas para luego limar asperezas con los comunes y blindar el proyecto.

Desde el Govern siempre han mantenido las puertas abiertas a todos los grupos, escenificando una postura ambiciosa y aperturista, aunque las conversaciones con sus antiguos aliados en el Ejecutivo -Junts per Catalunya- se quedaron en tímidos flirteos enmarcados en esa suerte de guerra fría que describe la relación entre ambos. Los neoconvergentes no soltaban el hueso de centralizar el proyecto presupuestario sobre una bonificación del 99% del impuesto de sucesiones. ERC y PSC, sin embargo, esperan que los de Albiach se abstengan para facilitar la aprobación y no dar pie a enmiendas a la totalidad.

Cifras provisionales

El proyecto presupuestario no es público aún, aunque en las horas previas al acuerdo suscrito por socialistas y republicanos se han desgranado algunas de las principales partidas. El gasto, según recoge El Periódico, se incrementaría en 2.400 millones de euros, con la Conselleria de Educación como uno de los departamentos más beneficiados. El área recibiría un aumento de recursos próximo al 9,5% y, por primera vez, superará los 7.000 millones. Por su parte, se han consignado un total de 1.045 millones para combatir la sequía y se prevé la construcción de 10.000 viviendas públicas.

El Ejecutivo catalán estima que serán los últimos presupuestos expansivos para Cataluña, pues el regreso de las reglas fiscales fijadas desde Bruselas limitará las próximas cuentas. Por ello, los republicanos han hecho especial hincapié en estos presupuestos, aunque todas las cifras no saldrán a la luz hasta convencer a los comunes para que faciliten la aprobación del proyecto.

Síguenos en Whatsapp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes