Garzón había recusado ya a otros cinco magistrados de la sala que debe juzgarle -Juan Saavedra, Julián Sánchez Melgar, Perfecto Andrés Ibáñez, José Ramón Soriano y José Manuel Maza- al considerar que están contaminados porque han participado en la admisión de la querella por las escuchas y han resuelto recursos.

Instructor de los pagos de Nueva York
El nuevo escrito presentado por Garzón el pasado lunes ante la Sala Segunda del TS alega una falta de imparcialidad objetiva de Marchena, ya que también es el instructor de la querella por prevaricación y cohecho que los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea interpusieron contra él por el dinero que presuntamente percibió del Banco Santander durante su estancia en la Universidad de Nueva York entre 2005 y 2006.

“Prevenciones y prejuicios”
"¿Acaso no está justificado que ante el juez que protagoniza este doble papel, investigar en una causa y al mismo tiempo juzgar en otra, el justiciable albergue el lógico temor de que el mismo al juzgarlo no esté exento de prevenciones y prejuicios derivados de la instrucción que al mismo tiempo y en otro espacio procesal viene llevando a cabo?", se pregunta el abogado de Garzón en el escrito.

“Caso extraordinario”
En este sentido, califica de "caso extraordinario (al menos en la historia judicial española) que ante un mismo tribunal se sigan al mismo tiempo simultáneamente -y no sucesivamente- tres causas contra el mismo aforado por el mismo delito de prevaricación". Añade que "no menos extraordinario" es que un mismo juez pueda ser el instructor de una de ellas y al tiempo formar parte del tribunal que ha de enjuiciarle en otra.

“Temor fundado”
El abogado de Garzón, suspendido de sus funciones en la Audiencia Nacional el pasado mes de mayo, justifica así objetivamente "el temor fundado y los recelos" del magistrado de que en el ánimo de Marchena existen determinados y precisos prejuicios sobre su culpabilidad.

La Fiscalía apoya las recusaciones
La semana pasada la Fiscalía solicitó al Supremo que admita las recusaciones formuladas anteriormente por Garzón contra los otros cinco magistrados que deben juzgarle por ordenar intervenir las comunicaciones en prisión entre los imputados del caso Gürtel y sus abogados.