Habemus ley de amnistía. PSOE, Junts y ERC han hecho oficial el acuerdo para tramitar la medida de gracia poco más de un mes después de que los neoconvergentes la tumbaran en la votación. Finalmente, tal y como avanzaba este miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, las posturas entre las partes se acercaron después de que los socialistas se abriesen a acometer modificaciones en la redacción anterior.

“Después de días de trabajo conjunto, y teniendo en cuenta las directrices del derecho constitucional, europeo e internacional, así como el informe preliminar de la Comisión de Venecia, los grupos parlamentarios del PSOE, ERC y Junts han llegado a un acuerdo, mediante una transacción única a partir de las diferentes enmiendas que se mantenían vivas, para reforzar la ley de amnistía, que es una ley que cubre a todas las personas vinculadas al proceso independentista y que es plenamente conforme con la Constitución, el derecho y la jurisprudencia europea y los mejores estándares europeos e internacionales”, han informado a través de un comunicado.

En el mismo comunicado han señalado que será este jueves cuando se dé a conocer el contenido íntegro, antes de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados convocada a tal efecto.

Patxi López, portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, ha celebrado desde Las Palmas de Gran Canaria: “Hemos alcanzado un acuerdo para sacar adelante la ley de amnistía, una ley que como ha dicho el presidente del Gobierno, entró constitucional en el Congreso y va a salir constitucional del Congreso”. En el mismo sentido, ha añadido que saldrá “con todas las garantías” porque incluso la transacción que están redactando “tiene ese respeto constitucional a la jurisprudencia y a la legalidad europea” y ha remarcado que están convencidos de que cumple “el objetivo por el que nació esta ley, que es el reencuentro entre Cataluña y el resto de España”.

Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha señalado que tras el mismo da comienzo “una nueva etapa”, en la que ha destacado “la política y el diálogo” como “vía para resolver los conflictos”.

Ya en la mañana de este miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba en una conversación informal con los periodistas que el acuerdo era inminente. En concreto, Sánchez ha precisado que la medida de gracia saldría adelante con algunos retoques para ofrecer “más garantías” a todos los independentistas y en particular al expresidente de la Generalitat y cabeza visible neoconvergente, Carles Puigdemont.

Así, el texto dará cobertura a todas las acciones vinculadas con el procés y a todos los implicados en él, aunque el jefe del Ejecutivo no ha arrojado luz sobre la fórmula elegida. Tampoco lo han hecho en el anuncio del acuerdo, por lo que habrá que esperar a que antes del comienzo de la Comisión de Justicia este jueves den cuenta del contenido íntegro del acuerdo, como han anunciado esta tarde.

Precisamente en la oferta de “más garantías” a los independentistas y a Carles Puigdemont a título particular radica el acuerdo anunciado este miércoles. Y es que fue concretamente la figura del expresident catalán, a quien el Tribunal Supremo decidió investigar por presunto delito de terrorismo, dinamitó el acuerdo que desembocó en el veto de Junts a su propio articulado en la votación del pasado 30 de enero.

Desde esa primera gran derrota, el Gobierno echó el todo por el todo en la negociación, conscientes de que la medida de gracia es la piedra angular de la legislatura. Sin amnistía, decae toda la acción política futura. De ahí, que finalmente se haya accedido a reformular la redacción del proyecto de ley para mantener dentro de su paraguas a todas las acciones del procés y a todos los implicados en el mismo, incluyendo a Puigdemont, punto de la discordia entre las partes en la primera tentativa.

Sánchez insiste en la garantía constitucional

Pese a los cambios, Sánchez ha insistido esta mañana en que la redacción anterior de la ley ya permitía amnistiar a todos los independentistas implicados en el procés, incluyendo al propio Carles Puigdemont y a Marta Rovira, investigados en la causa Tsunami. De hecho, todo el bloque de la investidura aceptó las condiciones del primer articulado, a excepción de Junts que se aferró a su desconfianza para justificar su rechazo inicial.

Finalmente, Ferraz y Moncloa han aceptado ensanchar el paraguas con sumo cuidado para que estas modificaciones no excedan las fronteras de constitucionalidad. Y es que el Gobierno siempre ha mantenido que la ley de amnistía no debería transgredir los límites que permite la Constitución, especialmente para eludir posibles represalias del Alto Tribunal y de la justicia europea. Sánchez ha abundado en que se cambiará para “dar más garantías” y ensanchar “más” los parámetros iniciales. “Nunca he tenido ninguna duda de que estaban incluidos todos, pero si tenemos que reforzar las garantías lo hacemos. Todos van a ser amnistiados, se van a cubrir todos los supuestos”, ha apuntado el jefe del Ejecutivo.

El presidente del Gobierno ha admitido que el PSOE ha cedido a reformular cuestiones puntuales para que el expresident se sienta seguro de que, a pesar de los movimientos del Supremo por implicarle en la trama de terrorismo, esté bajo su protección. Tanto en público como en privado, no obstante, los socialistas advertían de que no iban a moverse ni un milímetro de su rechazo a incluir cualquier tipo de terrorismo en el proyecto de ley, dado que abriría la puerta a un veto de los tribunales europeos. 

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