Se acerca el día señalado en rojo por muchos en el calendario. Llega la jornada en la que Francisco Granados, principal imputado en el ‘caso Púnica’ y exconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, comparecerá en la Audiencia Nacional a petición de un magistrado de este organismo judicial para ofrecer algunos datos sobre la presunta financiación ilegal del PP de Madrid entre los años 2007 y 2014.

Una declaración que no es baladí y es que fuentes judiciales indican que el que fuera número dos de Esperanza Aguirre está dispuesto a cantar. La venganza está envolviendo a Granados que quiere poner en funcionamiento el ventilador para salpicar a todo el que sea posible y, sobre todo, a aquellos que le dejaron entrar en prisión.

La charca se vacía

Por este motivo, se espera que la estrategia de defensa del exconsejero varíe y aporte datos y sobre todo nombres ante el juez que instruye el caso Púnica, Manuel García-Castellón. La intención de Granados es realizar un contraataque ante la declaración de David Marjaliza, antiguo amigo del exconsejero, quien le ha inculpado durante los últimos meses.

Además toda esta nueva estrategia que puede adquirir Francisco Granados pone otro nombre propio sobre la mesa. Uno que haría tambalear los cimientos populares. El dedo acusador del exconsejero se posaría sobre su lideresa. Sí, estaría dispuesto a inculpar a Esperanza Aguirre en la financiación ilegal del PP madrileño que casualmente - y lógicamente - estuvo presidido por ella durante el periodo de investigación.

Los devaneos del exconsejero

Francisco Granados es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, y según se especifica en su currículo fue analista financiero de la Bolsa de Madrid, especializado en el sector eléctrico. También ejerció como director de Análisis Financiero en Interdealers, S.V.B y en la Socièté Gènérale; director de Banca de Inversiones en esta última sociedad, donde además fue miembro del Comité de Inversión Internacional. Entre 1999 y 2003 fue consejero de la eléctrica francesa SNET, en representación de Endesa, asesor de ésta en Chile y consejero de Caja Madrid e Ibercaja. 

Toda una vida 'popular'

Su actividad política dentro del Partido Popular empieza en Valdemoro en 1998, donde es nombrado presidente local del partido. Cuatro años después, accedió al Comité Ejecutivo Regional de la formación en el XII Congreso. El mismo en el que se reeligió a Pío García Escudero. Fue precisamente el actual senador el que le designó como uno de los cinco vocales de libre elección del presidente.

Dos años después, en el XIII Congreso, Esperanza Aguirre fue elegida presidenta del Partido Popular de Madrid, con la que forjó una estrecha amistad que puede verse quebrada este 12 de febrero.

Durante estos ocho años de Consejero junto a su amada lideresa su nombre ha salido en infinidad de casos de corrupción y escándalos políticos hasta que el pasado 28 de noviembre 2016 declaró voluntariamente ante el juez Velasco e ingresó en la prisión de Estremera.

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