La Fiscalía ha anunciado este viernes que retira la acusación contra todos los investigados por el caso Neymar 2. Entre los ya exculpados, se encuentran el propio futbolista brasileño, su padre, su madre, los expresidentes del FC Barcelona Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, además de Odilio Rodrigues, exdirectivo del Santos FC, y ambos clubs implicados en el presunto traspaso ilegal.

El fiscal ha informado este viernes de su decisión durante el trámite de conclusiones definitivas en el juicio que continúa su curso en la Audiencia de Barcelona. En un principio, el miembro de la Fiscalía había solicitado una condena de dos años de prisión para el jugador por su fichaje realizado por el FC Barcelona procedente desde el Santos FC, equipo deportivo situado en el país de origen de Neymar, Brasil.

El máximo órgano judicial en la provincia de Barcelona se encuentra juzgando al futbolista, que ahora trabaja en un club de fútbol de la capital francesa, el Paris Saint-Germain, por un delito de corrupción entre particulares a raíz de su fichaje por el FC Barcelona. Por ello, el Ministerio Fiscal solicitaba para Neymar dos años de cárcel y una multa que asciende a los 10 millones de euros, posición de la que ha desistido este mismo viernes, mientras que la acusación particular, representada por la empresa brasileña que ostentaba el 40% de sus derechos federativos, DIS, reclamaba por su parte cinco años de prisión para él.

La compañía denunciante se presentó como acusación al no recibir una cantidad de dinero que, según consideraba, le correspondía. Entonces, la empresa mantuvo su decisión de imputar a todos los implicados en la causa menos a la madre de Neymar, Nadine Gonçalves, por lo que quedó absuelta ya en aquel momento.

Posible alteración del mercado de fichajes

Por ello, las defensas de los investigados han solicitado de manera unánime la condena en costas a la acusación particular, es decir, el pago de los gastos de representación derivados del juicio, con el pretexto de que la compañía DIS habría actuado con "temeridad" y "mala fe" por la presentación de la demanda.

El padre de Neymar, representante de su hijo, y Sandro Rosell, entonces presidente de un FC Barcelona cuyo vicepresidente era el que se convertiría en el siguiente presidente, Josep Maria Bartomeu, llegaron a un acuerdo por el que el club desembolsaría 40 millones euros al futbolista para asegurar su fichaje en 2014. En aquel momento pactado, el jugador se liberaría de sus obligaciones en el Santos FC, quien también habría solicitado un anticipo inmediato de 10 millones que el futbolista debería devolver en caso de incumplir las condiciones.

El miembro de la Fiscalía ha señalado que este acuerdo provocó que en el año 2011, tres años antes de producirse el traspaso, Neymar ya se hubiera comprometido a fichar por el FC Barcelona, lo que no permitió a otros clubs "que participaran libremente en el mercado". A través de dos contratos, el equipo de fútbol la capital catalana pactó el pago de la mencionada cantidad en concepto de anticipo, mientras que los otros 30 millones, hasta llegar a los 40, se abonaron en dos plazos más, a lo largo de los siguientes años, realizados en 2013 y 2014. Esta operación, según el fiscal, habría alterado el mercado de fichajes, provocando un perjuicio a la empresa DIS.