El exministro de Interior Jorge Fernández Díaz ha publicado una tribuna en OK Diario en la que opina sobre las medidas tomadas contra la pandemia del coronavirus en nuestro país. Fernández Díaz compara la actitud que hay que tener ante ellas, aunque se esté en desacuerdo, con la visión de la monarquía tras conocerse la noticia de que Juan Carlos I nombró beneficiario de otra sociedad 'offshore' a su hijo Felipe.
En su texto asegura "que, ante la pandemia que nos afecta, es oportuno reflexionar" sobre el "principio de que el fin no justifica los medios" y compara la situación actual "en cuento a gravedad y extensión" a las dos guerras mundiales
Así señala que "no tenemos precedentes de doctrina moral o jurídica aplicable respecto a la siempre exigible proporcionalidad entre el fin perseguido y los medios dispuestos para alcanzarlo" ante el objetivo de contener la pandemia.
El extitular de Interior habla del concepto "guerra justa" asegurando que "la pérdida cierta de vidas humanas siempre es inevitable tras la declaración de una contienda bélica". Fernández Díaz hace una analogía con la lucha contra la pandemia asegurando que esta ha sido declarada "justa" por la opinión pública a pesar de "la pasividad" de Pedro Sánchez.
El promotor de la ley Mordaza, asegura que es "evidente" que las medidas tomadas "restringen un derecho fundamental como es el de deambular libremente" pero que en su opinión, la guerra a la pandemia ahora es justa".
Es en este punto es cuando enlaza con la noticia del comunicado de la Casa del Rey en el que Felipe VI anunciaba que renunciaba a cualquier herencia de su padre y que le despojaba de su asignación presupuestaria.
"Los separatistas se frotan las manos", afirma, y añade que , "es insostenible que en un partido de la coalición del Gobierno, prime la presunción de sospecha y culpabilidad sobre la de inocencia, y más en una cuestión como esta".
"Cuestionar la Monarquía como forma de Estado es más letal para España que el coronavirus. Que por una vez, tengan memoria no selectiva de nuestra Historia, continúa para remachar diciendo que "estamos ante una auténtica razón de Estado que exige de partidos y dirigentes que estén a su altura".
