Desde Bruselas, y al término de la cumbre del EPP (European People's Party, por sus siglas en inglés), Alberto Núñez Feijóo ha expuesto largo y tendido muchas de las cuestiones que le han llevado hasta la capital europea, pero también las principales que ocupan buena parte de la agenda nacional, tal y como ha sucedido estos días de atrás con la segunda moción de censura de Vox contra el Gobierno de Sánchez, liderada por el economista Ramón Tamames.

Sobre este aspecto, la reacción del principal líder de la oposición y presidente del Partido Popular se ha hecho de rogar. “Estoy con la mayoría de los españoles que vieron la moción de censura como una pérdida de tiempo”, ha valorado para comenzar, garantizando que no entrará “a este tipo de juegos” y “esperpentos políticos” que lo único que consiguen es “desprestigiar” a las instituciones, en este caso, el Congreso de los Diputados.

“Ha sido un instrumento para insuflar aire a un presidente del Gobierno muy desgastado, una Yolanda Díaz que lanza su candidatura de apropiación de Podemos y para que Vox recupere presencia en la política. Pero esto a los españoles les da igual”, ha insistido como su percepción en cuanto a quién ha perjudicado y a quién ha beneficiado la moción.

Marcando distancias de este escenario, Feijóo ha querido ensalzar cuál es su propuesta política para los españoles: “Hemos demostrado que hay una forma distinta de hacer política: la populista del Gobierno y, por otro lado, la política de centralidad que nosotros cosechamos y queremos representar. No es momento de trincheras ni muros, es momento de puentes. Desde luego, no es momento de bloques, sino de la competitividad, control de precios y salir del estancamiento económico de España. Yo ofrezco una España normal, una política para adultos para un país adulto, no una política infantil y populista como la de la moción de censura, no me apunto”, ha garantizado en la rueda de prensa posterior a la cumbre del EPP.

A la par, y durante la reunión con sus “colegas” del EPP, ha sido preguntando por cuál era el fin de “este asunto”, al cual ha dado una respuesta basada en “el espectáculo” que ha tenido lugar en el seno de la Cámara Baja.

Feijóo justifica su ausencia

En la misma medida, el líder de los ‘populares’ no ha tenido reparos en justificar su ausencia de la moción: “No comparto esta forma de hacer política y, por tanto, me he abstraído de este esperpento que hemos vivido en nuestro país y me he dedicado a reforzar la alternativa, a reconstruir la imagen internacional de España y hacer una política que se merece el país”, ha aseverado.

Es así como ha aprovechado para señalar que la verdadera moción de censura el Ejecutivo de coalición se dará, como entrante, en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo y, principalmente, en las generales, que están previsto que se celebren a finales de año, aunque aún no hay fecha señalada en el calendario. “Estaba previsto, Sánchez ha ganado otra votación parlamentaria, pero nosotros esperamos derrotarle en las urnas”.

"España merece pasar página y rápido de estos cuatro años de frivolidad y populismo, mezclado con el independentismo, y volver a la política seria", ha apostillado, para recalcar que él "no va a vender a los españoles una arcadia feliz" porque para eso "ya está el populismo actual" que hay en el Gobierno y en algunos partidos de la oposición.

PP optó por la abstención

Cabe recordar que, a diferencia de la primera moción de censura que propulsó Santiago Abascal en 2020, cuando en la era de Pablo Casado el PP votó en contra, los de Feijóo, en la segunda de 2023, han cambiado de estrategia para abstenerse en la votación. Finalmente, los resultados de la misma no se distanciaron mucho de su predecesora: 53 ‘síes’ -los diputados de Vox y un ex miembro de Ciudadanos-, 201 ‘noes’ y 91 abstenciones -los ‘populares’ junto a los dos tránsfugas de UPN-.

No cabe el respaldo del PP. Seguimos nuestro propio camino”, defendió la portavoz parlamentaria del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, el miércoles por la mañana y de forma previa a registrar el voto de su grupo, defendiendo a la par que no votarían “no” por “respeto” a Tamames.

No obstante, su discurso fue menos reaccionario contra Vox que con el que pronunció Casado, pese a que las circunstancias no han variado en grandes dimensiones. “La actitud del proponente y Sánchez es reveladora. Ambos han venido a tomar el pelo a los españoles, porque han tenido más críticas para el señor Feijóo. Ven a Feijóo como presidente del Gobierno, y hacen bien porque está muy cerca”, defendió Gamarra.

“Este espectáculo tiene que acabarse, España necesita que se vuelva a una política seria y liderada por adultos. Ese momento ha llegado”, cerró la portavoz del PP así su intervención en el Congreso. Unas palabras que se asemejan en grandes rasgos a las pronunciadas hoy jueves por Feijóo desde Bruselas.