El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha dirigido a la Junta Directiva Nacional para sacar pecho del resultado del 28-M y dirigir las bases de la estrategia del partido hasta las elecciones. De esta forma, el presidente del partido ha ofrecido sus votos para frenar cualquier gobierno de Bildu y ha agradecido a Ciudadanos la decisión si finalmente no se presenta a las elecciones.

"Como tenemos unas elecciones generales convocadas no hay tiempo que perder", ha comenzado diciendo sacando pecho de los resultados que obtuvieron la noche de las elecciones municipales y autonómicas de este 28 de junio. "Este partido valora un resultado que es fruto de la mejora en muy poco tiempo. Todos habéis mejorado el resultado en muy poco tiempo", ha resumido mientras ha felicitado a los candidatos por los diferentes logros. 

"En todos los territorios hemos crecido de manera clarísima. Quiero dejar claro que la victoria del PP es el resultado de muchos esfuerzos colectivos. El vuelco político que celebramos es éxito de todos. Hemos recuperado la mejor versión del PP. Somos el partido más unido, más ilusionado, más consciente de las preocupaciones de los ciudadanos y el partido más preparado para gobernar en las ciudades, los ayuntamientos y en España", indicaba entre aplausos de sus barones. 

Por ello, y consciente de que la cita electoral será en verano, con miles de personas de vacaciones, ha llamado a la movilización. "España reclama un cambio que no consiste solo en llegar al gobierno. Nos piden recuperar la buena política y es nuestro compromiso. Mi compromiso", ha comenzado explicando hablando de la "política serena, de palabra y que vuelva a unir a la sociedad española".

Por ello, y como primera medida, ha ofrecido los votos del PP para frenar a Bildu en Navarra. "Pongo los votos de mi partido al servicio del constitucionalismo para quitar a Bildu cuaquier gobierno. Creo que su subida es una preocupación para todos porque nadie puede descartar que ese partido coincida con la Leendakaritza el año próximo", expresaba asegurando que "será a partir del 23 de julio". "El reto de frenarles lo asumo y lo asumimos desde ya", indicaba personando en él que la izquierda abertzale no avance en intención de voto.

Tras el anuncio, ha asegurado que "ahora toca el paso definitivo". "Solo faltan 54 días para poder conseguirlo. Lo hacemos con una muy buena noticia. El resultado del 28M le ha ahorrado a la nación cinco meses de sanchismo. Es un mérito de los españoles acortar la legislatura de Sánchez", aseguraba explicando que el "sanchismo" solo quiere que los españoles se cansen y se confíen. Y es que según Feijóo, "dos elecciones en menos de dos meses" provocan "hartazgo", "desazón" y "cansancio". 

"Ha llegado el momento de confirmar el cambio. Nuestro proyecto es el que necesita España", pedía a los ciudadanos. Por último, ha agradecido a Ciudadanos si finalmente decide no presentarse a las elecciones generales. "En mi opinión sería un ejercicio de madurez y responsabilidad y el nombre de la España que espera el cambio se lo agradece", reflexionaba explicando que, de presenarse, "unos pocos votos" no se convertirían en escaños.

"Les digo a los votantes de Ciudadanos que esta es su casa para siempre", indicaba. "Tenemos dos opciones: la del sanchismo, que es resistir como sea con los de siempre; o que el PP vuelva a gobernar para todos", resumía ante la Junta Directiva parafraseando el lema de campaña de Isabel Díaz Ayuso: "Con ganas de ganar y ganas de gobernar". 

"El sanchismo terminará en 54 días. Sánchez quiere que los españoles elijan entre urnas y vacaciones, pero la elección es otra. Hay que elegir entre Sánchez o España. No tengo ninguna duda de que los españoles eligirán España", concluía.

Los pactos con Vox, tras las elecciones

La convocatoria de las elecciones generales ha modificado por completo el escenario que se había dibujado la noche del 28 de mayo. Con las Cortes ya disueltas se activa la marcha atrás para el 23 de julio y con ello una nueva reconfiguración de la hoja de ruta del PP en cuanto a los pactos para culminar su ola de victorias a nivel autonómico y municipal.

El PP sabe que uno de los motivos por el que Sánchez ha convocado elecciones es para acorralarle y retratarle junto a Vox. De hecho muchos de los pactos se van a producir entre el periodo preelectoral y la propia campaña. Es por ello que en el PP pretenden dilatar todo lo que sea posible las negociaciones con Vox para centrarse en "lo importante": echar a Sánchez.

Cada autonomía tiene sus propios plazos para formar gobierno en función de la constitución de las asambleas regionales. La primera fecha en la que los nuevos diputados se verán en el hemiciclo en la Comunidad Valenciana es el 26 de junio; en Aragón, el 23; en Murcia, el 14, y en Cantabria, el 22. En Extremadura y Baleares, donde el PP también tiene posibilidades de llegar a acuerdos con Vox el plazo acaba el 27 de junio. A partir de ese momento comienza el plazo para formar los diferentes gobiernos autonómicos.

Aproximadamente suele haber dos semanas de plazo para fijar un pleno de investidura. Sin embargo, si no hay acuerdo se puede dilatar hasta dos meses con el que el candidato solo necesita una mayoría simple para ser investido. Ejemplo de ello es Isabel Díaz Ayuso. En 2019 la suma con CS y Vox permitía que fuera elegida presidenta, pero no fue hasta mediados de agosto cuando pudo asegurarse los votos y ser investida presidenta. Es un margen ajustado, pero suficiente como para alejar de los mantras de la campaña de las generales los más que asumidos pactos con Vox.