Nuevo derrape del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. A sus cada vez más habituales gazapos y confusiones hay que sumar el más reciente, esta vez, involucrando incluso al rey de España. El programa de la Cadena SER 'Hora 14', que recoge momentos de diferentes entrevistas de la cadena, se ha hecho eco de estas palabras del líder del PP, en las que comete una equivocación con la que casi afilia al jefe del Estado a su partido

"Y, por tanto, si yo tengo responsabilidad de Gobierno, le puedo asegurar que el rey de España será el jefe del Estado", comenzó, explicando algo que se da por sentado. 

"Tenemos al rey más formado en muchas décadas, y creo honradamente que es un activo del part... de España", expresó el líder 'popular', a punto de asegurar que Felipe VI era un activo del PP. Un 'fichaje sorpresa' de los que marcan época.

 

Otros gazapos de Feijóo

El pasado mes de mayo, en plena campaña electoral para los comicios autonómicos y municipales del 28 de mayo, el PP dio el pistoletazo de salida a sus actos en Badajoz. Feijóo compareció ante un centenar de extremeños simpatizantes de la formación que aplaudían cada palabra del político y que, de repente, se quedaron callados con la siguiente afirmación: “Amigos y amigas, acabo con la palabra ilusión porque eso es lo que percibo cada vez que vengo a Andalucía”.

Murmullos, cuchicheos y varios reproches fue la respuesta con la que se topó el líder del PP con lo que se topó Feijóo. Éste último rectificó en seguida y, con una sonrisa de oreja a oreja, como si de un niño travieso que sabe que se ha equivocado se tratase, no reconoció el fallo, más bien justificó haberlo hecho a propósito. “¿A que os habéis dado cuenta?”, preguntó. De nuevo, aplausos, un poco tímidos; y otra vez Feijóo asumiendo que estaba todo premeditado: “Estaba yo pensando que llevo mucho tiempo hablando y dije ‘¿a que no se dan cuenta ya de lo que digo?”.

Los comentarios en redes sociales no se hicieron esperar, pues cada vez son más los que le ven como el heredero lingüístico de Mariano Rajoy y los que consideran que “la política no es su fuerte”. 

En enero, Feijóo también dejó dos confusiones para enmarcar, cuando en un discurso en un mítin del PP, se remitió a la que fuera jefa del gobierno municipal madrileño, Manuela Carmena, equivocando su apellido: “Si lo ha tenido que decir hasta Manuela Carmela”. “Por cierto, Manuela Carmela, supongo que ya será de ultraderecha, ¿no? Porque ha contradecido a Sánchez”, añadió Feijóo, equivocándose de nuevo al conjugar el verbo contradecir, ya que su participio regular es contradicho y no contradecido, según constata la Real Academia Española (RAE), institución que regula el uso del idioma. Haciendo uso de las palabras que pronunció en su momento la exregidora madrileña criticando al Ejecutivo central, el dirigente del PP intentó lanzar una arremetida contra el Gobierno español, equivocándose dos veces en el proceso.

A su vez, el pasado verano, el líder del PP cometió dos errores graves al hablar, primero de la excepción ibérica, y segundo, de los trabajadores dados de alta en la Seguridad Social.  En un foro organizado por el periódico económico Expansión y con el rey Felipe VI delante, Feijóo se burló del Gobierno porque la Comisión Europea no hubiera aprobado todavía la excepción ibérica. El problema es que la medida ya estaba aprobada y se había anunciado un cuarto de hora antes de que pronunciase esas palabras. Desde el PP se defendió que, al hacerse pública la aprobación en la prensa, Feijóo ya estaba hablando en el atril. Nadie tuvo la idea de pasarle una nota o un WhatsApp para que se saltara esa parte de su discurso, y ningún asesor en Madrid o miembro del PP en Bruselas parecía estar al tanto de la noticia, que fue difundida bajo embargo a los medios de comunicación media hora antes de que el presidente del PP empezara a hablar.

Con respecto a la afiliación a la Seguridad Social, el presidente 'popular' eliminó de golpe a un millón de trabajadores dados de alta en este sistema, al asegurar que en España había "19 millones y pico de afiliados", cuando el número real superaba ya, por aquel entonces, la barrera de los 20 millones.