Con la antisocial política de privatizar beneficios y socializar pérdidas, la Generalitat Valenciana quiere imitar los planes de la presidenta castellano-manchega, Dolores de Cospedal, y se dispone a privatizar, mediante una subasta y a precio de saldo, cinco montes de alto valor ecológico que ocupan una extensión de 11.212 hectáreas. La privatización, por un periodo de 20 años y un precio inicial de 23.500 euros, ha sido rechazada por la oposición, ecologías, agricultores y ganaderos, que se preguntan a quién está favoreciendo el Consell al dejar montes públicos en manos privadas como se ha hecho ya con la educación y la sanidad.

Solventados los problemas administrativos que bloquearon hace unas semanas la puja, la conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente se dispone a ceder cinco parajes públicos a quienes deseen “invertir en el cuidado del monte, regenerarlo y destinar los cuidados adecuados para mantenerlo vivo”, según señalan las bases de la subasta. Circunloquio tras el que se esconde la enajenación de cinco montes catalogados de utilidad pública por contar con un especial valor medioambiental, que son gestionados actualmente por el gobierno valenciano. Los cinco se encuentran en los términos de Requena, Ayora y Jarafuel, poblaciones del interior de la provincia de Valencia.

Unos precios de salida irrisorios
El precio inicial que se va a pagar por gestionar los parajes es irrisorio. Lo prueba el hecho de que el Consell preveía obtener unos 60.000 euros anuales solo por el aprovechamiento cinegético de “La hunde-Palomera, tal como figura en el plan técnico elaborado por la empresa pública Vaersa, según denuncia el diputado socialista Francesc Signes. En cambio, el paraje sale ahora a subasta por 9.500 euros anuales, precio que incluye el aprovechamiento de la madera, la biomasa y los pastos, además de la caza.

La cantidad a pagar por los otros cuatro montes es igual de ínfimo. Así, por “El Hornillo-Chapudilla” se abonarán 2.420 euros anuales, 4.235 euros será el canon de “Casa del Doctor”, mientras que por el aprovechamiento de “Ciscar y Machacosa” se ingresarán 3.025 euros y 7.260 euros por el paraje de “La Herradura del Gallego”, tal como expresa el pliego de condiciones.

“El PP todo lo soluciona privatizando”
“La política forestal del PP ha tocado fondo con la privatización de los montes públicos”, resalta Signes, secretario de Infraestructuras y Sostenibilidad del PSPV, quien denuncia que “la cesión se hace a la carta, porque serán las empresas privadas quienes decidan el aprovechamiento que quieren hacer de estos montes”. Para el diputado socialista, “el PP todo los soluciona privatizando, porque no entiende ni le preocupa la gestión de lo público. Lleva tantos años en la Generalitat que ha llegado a creer que la Comunidad Valenciana le pertenece y, como no sabe qué hacer con ella, quiere venderla”.

“¿A quién se está favoreciendo?”
Por su parte, la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (Coag) se pregunta “a quién se está favoreciendo desde el Gobierno valenciano en esta ocasión. Nuevamente somos los ciudadanos los que lamentablemente pagamos la ineficiencia de una administración que no sabe administrar aquello que es de todos”. Para Ecologistas en Acción, el aprovechamiento de la madera y la biomasa forestal por empresas privadas supondrá “un golpe mortal para las escasas zonas forestales que aún merecen tal nombre en el interior de la Comunidad Valenciana”.

“Un hito histórico” para los ingenieros
Pero no todos se oponen a la privatización de los montes. El Colegio Oficial de Ingenieros de Montes y el de Ingenieros Técnicos Forestales consideran un “hito histórico” la subasta. Una operación que para Alfredo González, director general del Medio Natural de la conselleria, está justificada por el hecho de que “hay una demanda histórica de explotación de los montes por parte de los profesionales y municipios forestales, así como por parte de propietarios de terrenos cercanos que lamentan su falta de aprovechamiento”.