Una Europa verde, sostenible y que beba los vientos por los jóvenes. La Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE) ha celebrado su primer pleno este viernes 25 de marzo tras una una sesión matutina marcada por los grupos de trabajos de las diferentes áreas y las prioridades están claras. A las 16:30 horas ha dado comienzo la apertura de la sesión plenaria en la que los representantes de los ciudadanos de los veintisiete estados miembros de la Unión Europea han resumido sus principales preocupaciones y las lineas maestras de sus iniciativas, que serán debatidas este sábado en cuatro bloques temáticos: fortalecer la economía, justicia social, educación, cultura y transformación digital; democracia europea, valores, derechos y seguridad; cambio climático y salud; y, por último, la Unión Europea en el mundo y migración.

El objetivo de la CoFoE es reforzar los pilares de Europa para construir una identidad democrática común y férrea. Para ello, los ciudadanos de diferentes países han hecho sus propuestas y, en su mayoría, coinciden. Se requiere de una Europa mucho más verde, que respete el medio ambiente y apueste por la sostenbilidad y las energías renovables.

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Dos de los intervinieres, Valentina Gutkas (Austria), y Stephanie Hartung (Alemania) han hecho especial hincapié en que la CoFoE no debe quedarse en el terreno de las ideas abstractas, sino aterrizar en políticas concretas y, sobre todo, que dispongan de fondos para que sean efectivas. “La Unión Europea tiene que prestar más fondos financieros”, ha razonado Gutkas. Por su parte, Hartung ha advertido que “en las próximas seis semanas” se dirimirá “si esta conferencia es capaz de cumplir con las promesas que ha hecho a los ciudadanos europeos”. Kaspar Schultz, de Estonia, ha incidido en la importancia, precisamente, de que se concreten y materialicen las medidas: “La visibilidad en aras de la visibilidad no conduce a nada”, ha lamentado.

La portavoz de los ciudadanos alemanes, Hartung, también ha abundado en la necesidad de que la participación civil en la toma de decisiones sea “constante” y no se limite a momentos esporádicos. Solo así se podrá reforzar la democracia europea, ha considerado.

Migración, la apuesta de España

El catedrático Francisco Aldecoa ha sido el encargado de poner voz a las reclamas de los españoles y ha puesto el foco en los desequilibrios territoriales: “Hay que pesar atención a las desventajas de los países periféricos. Insularidad y despoblación Que el proyecto sea sensible a la despoblación rural, a los retos demográficos e intergeneracional”. Tras hacer referencia también a la transición digital verde, ha urgido a atajar el fenómeno migratorio y ayudar a los estados que “sufren mayor presión migratoria”. De hecho, ha llegado a mentar a Ceuta y Melilla.

Grecia y Hungría se han sumado al anhelo de situar este asunto en la centralidad del debate, abogando por medidas de control en las fronteras.

Como no podía ser de otra forma, varias han sido las referencias a la invasión rusa de Ucrania. El representante polaco, Andrzej Skiba, ha recordado que los refugiados “no están en campos” habilitados sino “en nuestros hogares, porque somos así”. Y ha añadido: “Esta es la Europa que queremos. Biden ha visto de primera mano nuestra hospitalidad. No podemos simplemente seguir hablando. El futuro de Europa es una Europa libre de propaganda rusa y sin gas ruso. Solo esa Europa puede ser de paz”.

En otro orden de cosas,  Nicolai Boysen, de Dinamarca, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de reducir la edad para votar a los 16 años a fin y efecto de fomentar la participación de los jóvenes; e Irlanda ha deslizado la posibilidad de una unión bancaria.

A lo largo de la tarde los diferentes grupos parlamentarios valorarán las iniciativas desarrolladas en el marco de los grupos de trabajo y decidirán sus posturas para las sesiones del sábado, que arrancan a las 08:30 horas.