El Rey Juan Carlos. EFE/Archivo



Cuando parecía apagarse el incendio provocado por la cacería de Botsuana, los comprometedores correos del caso Nóos vuelven a poner a Don Juan Carlos contra las cuerdas. Esta semana el líder del PSC ha pedido abiertamente su abdicación. También desde ELPLURAL.COM se ha reclamado esta renuncia, expresada el pasado 11 de enero por el director del periódico, Enric Sopena, tras la decepcionante entrevista del Rey. Sorprendentemente, a este debate se ha sumado este viernes el que fuera director del monárquico ABC, José Antonio Zarzalejos, quien asegura que ya está preparando su abdicación:
"Según dijo en la entrevista de TVE el 4 de enero, desea ser recordado por la historia como el Monarca que “ha unido a todos los españoles y que con ellos ha conseguido recuperar la democracia y la monarquía”. Quizás para que ese legado sea posible y, prestando un servicio más al Estado y a la nación, don Juan Carlos dé un paso atrás y entregue el testigo de su magistratura “al Príncipe de Asturias más preparado de la historia de España”. Comenzaría así una etapa de profundas reformas políticas de las que la Corona podría volver a comportarse como una fuerza tractora".

Zarzalejos asegura en su columna habitual de El Confidencial, que la primera intención del monarca era esperar a una "coyuntura más distendida" que le permitiera ser recordado como el mejor Rey de España. "Su permanencia al frente de la institución de la Corona ha traspasado el umbral de la optimización de la monarquía de tal forma que la proclamación de don Felipe produciría una regeneración institucional completa con un efecto dominó en todo el sistema, ahora muy renqueante", argumenta.

Sin embargo, según Zarzalejos, esta  intención inicial de Zarzuela, apoyada por las principales fuerzas políticas, de renunciar sin ruido en una ocasión más propicia que la actual, ya no es posible. El Rey lo tiene en contra todo, las encuestas, el empeoramiento de su salud y, sobre todo, el escándalo Urdangarin con la irrupción en el caso de la princesa Corinna.

En este sentido recuerda la portada de El Mundo del pasado 11 de enero en la que a cinco columnas en la que aparecía el Rey flanqueado por los duques de Palma y la coloquialmente denominada princesa Corinna Sayn-Wittgenstein, en una imagen tomada en 2006 en Barcelona durante la entrega de los premios Laureus World Sports. Pese al titular, argumenta, en principio favorable al Rey (“Torres chantajea al Rey ligando a Corinna con el caso Urdangarin”), la imagen es demoledora. En su repaso a los hitos de este inicio de 2013, demoledor para la monarquía, recoge la imputación del asesor presonal de las infantas, Carlos García Revenga, los correos del duque Em...Palma...do, la nueva operación quirúrgica a la que se enfrenta... Todos estos hechos, según Zarzalejos, no hacen sino empeorar la delicada situación por la que atraviesa el Rey.

De ahí, que la situación haya cambiado notablemente y ya no sea posible esa salida programada para tiempos mejores. Zarzuela lo sabe y los grupos parlamentarios también:
"La renuncia se produciría por motivos de salud -que resultarían, además visibles- y daría paso a una nueva etapa en la que la Corona adquiriría la continuidad que ahora podría no estar garantizada. Condición necesaria: que el sistema se ponga manos a la obra y arrope a una Jefatura del Estado sin poder efectivo y desregulada".

Ante el debate suscitado, la Casa Real se ha apresurado a desmentir los rumores. El Rey no se plantea ni tiene ninguna intención de abdicar y nadie en el Palacio de la Zarzuela trabaja en plan alguno de este tipo, ha señalado un portavoz de Zarzuela.