El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha revelado una de las múltiples actuaciones que su Ejecutivo desarrolló durante su lucha contra el terrorismo de ETA y que hoy en día aún se desconocía. En una entrevista concedida a el diario El País con motivo de la publicación de su libro ‘Crónica de la España que dialoga’, el que fuera el máximo dirigente español entre 2004 y 2011 ha detallado el órdago que le lanzó el grupo terrorista, el cual resistió y terminó venciendo.
En aquellos momentos, Javier López Peña, conocido como Thierry, estaba al frente de la banda. En su nueva obra publicada, Zapatero revela que el cabecilla trasladó una serie de exigencias cuyo no cumplimiento activaría inmediatamente una serie de bombas. “Me llamó Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de Interior, diciéndome que estaban en una negociación y que se bloqueaba. Que Thierry exigía hablar conmigo y que, si no, tenían puestas varias bombas en España y que a primera hora de la mañana explotarían”, ha relatado el político vallisoletano.
“Fue una noche difícil”, reconoce el expresidente, y la decisión que finalmente tomó junto con Rubalcaba así lo evidencia. “En la última conversación que tuvimos en torno a las tres de la mañana decidimos que no, que no me iba a poner al teléfono con Thierry”, ha detallado el momento decisivo. El riesgo estaba ahí, pero Zapatero ha explicado que su “pálpito” y el del que otrora fuera ministro del Interior “era que no era posible eso”. No obstante, “obviamente se corrió un cierto riesgo”, ha reconocido.
Las elecciones vascas se acercan (21 de abril) y, con la campaña electoral ya empezada, las extremas derechas han vuelto a no perder la oportunidad de sacar la bandera de ETA, asegurando que la banda terrorista que se cobró cientos de víctimas sigue viva. De igual manera que sucediera en las elecciones generales, este escenario también se ha visto manchado por este discurso que ignora la mayor de las evidencias históricas: el cese definitivo de la actividad armada el 20 de octubre de 2011, hace más de una década.
“Yo veo con satisfacción que los mismos que dicen que ETA sigue ahí, que ganó, ya no tienen que ir con escoltas, ya nadie teme que vaya a haber una bomba, ya nadie es extorsionado. Yo me siento muy satisfecho de eso”, ha apuntado Zapatero en la misma entrevista. El diálogo consiguió que después de tantas muertes se alcanzase el fin del terrorismo de la banda y a favor de esta herramienta se posición el rey, Juan Carlos I, quien llegó a interceder para que Mariano Rajoy apoyase esta vía.
“En un momento dado, en una conversación con el Rey sobre la tensión con Rajoy, surgió la idea de reunirnos los tres. El diálogo fue bien”, ha especificado Zapatero. Además, en lo que se refiere a este ámbito, ha reconocido que “en privado, en el tema de ETA, Rajoy siempre fue más abierto, más comprensivo que con el Estatut de Cataluña”. “Lo que cuenta es el final. Rajoy, el 20 de octubre de 2011, dijo dos cosas: este es el final y no ha habido precio político. Pues ya está”, ha zanjado al respecto.
¿Pacar con Bildu en País Vasco?
El terrorismo se acabó y señalar un partido democrático como es EH Bildu como heredero de la banda es, a parte de incierto, juego sucio. Los abertzales pugnan por obtener la primera plaza en los comicios vascos y el PSOE, que previsiblemente será tercer y tendrá la llave de la lehendakaritza, con la que deberá decir si pactar con la izquierda nacionalista o con el independentismo conservado del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Sea cual sea la decisión, para Zapatero el argumento para tomarla no puede ser ETA.
“Bildu, si se le considera de alguna manera heredero de aquello que apoyaba la violencia, aunque es una exageración, pues ha recibido la promesa democrática: cuando dejen la violencia, se puede hacer política en las instituciones”, ha traslado. “Eso no supone, obviamente, que puedas compartir su proyecto político y que des lugar a formar parte de un Gobierno”, ha añadido, algo que deberá decidir Eneko Andueza, candidato de los socialistas a las elecciones.
“Yo creo que el PSE-EE tiene muy claras sus preferencias en este momento. Pero la democracia puede sentirse satisfecha consigo misma. Uno por haber derrotado la violencia política después de dos siglos de historia de España de dictadura, guerra civil, golpes de Estado, insurrecciones, de matar por política. Y también por haber permitido la participación de los que han cuestionado nuestra democracia”, ha concluido.
