En la entrevista de Susanna Griso con José Luis Rodríguez Zapatero también se conversó sobre el fin de ETA y, por supuesto, de Bildu. En este momento, el expresidente ubicó al Partido Popular ante el espejo y le forzó a mirarse para probar que ellos también estaban dispuestos a dialogar con la banda terrorista.

Podríamos encontrar 25 declaraciones de dirigentes del PP, incluido Aznar, cuando ETA mataba”, deslizó Rodríguez Zapatero. El expresidente le recordó al actual e hiperventilado Partido Popular que sus predecesores quisieron abrir una vía de diálogo para solucionar el conflicto. Eso sí, la diferencia estriba es que, en ese momento, ellos gobernaban.

Lo que quiere el PP es que no gobierne el PSOE, esa es la verdad”, sentenciaba Zapatero con rotundidad. No concibe las lamentaciones de los conservadores ante la posibilidad de que los socialistas dialoguen con Bildu en Navarra o a nivel nacional. “Cuando ETA mataba, todos decíamos que cuando dejasen las armas jugarían en el juego democrático”, recuerda.

Es esta parte de la historia la que siempre suele quedarse en el tintero en los argumentarios de Génova. “La memoria puede ser frágil y la hipocresía grande”, reprochaba el expresidente del Gobierno a los populares. “Uno puede estar, como es natural, muy lejos de las tesis de Bildu y no tener la ausencia de lo que sucedió”, precisa Zapatero, insistiendo en una defensa férrea del diálogo sea quien sea el interlocutor porque “la política está para cambiar cosas”.

Zapatero ha calificado esta estrategia argumentaria de los conservadores como “falsa” y “dañina”. “Algunos no lo reconocen porque fue un éxito del PSOE”, añade. Asimismo, se ha mostrado satisfecho “de verlos en las instituciones y no con las pistolas”. “No me voy a dejar llevar por la pequeñez del intento de dañar al PSOE”, zanja.

Griso, que no quería soltar el tema, le preguntó por Arnaldo Otegi y si las conversaciones con Bildu son legítimas. El expresidente del Gobierno asegura que el líder espiritual de los abertzales fue “decisivo” en el final de la violencia. “Es un hecho objetivo y fue un político decisivo”, recuerda Zapatero.

“Le transmití que tenían un recorrido importante en asumir la culpa y sentirse más cerca de sentir el dolor de las víctimas, pero todavía tienen que pasar esa prueba aún”, lamenta José Luis Rodríguez Zapatero. Pese a ello, el expresidente ha pedido “tiempo” y ha reconocido que “volvería a hablar con Otegi” porque siempre es bueno “dialogar”. De hecho, lo haría hasta con miembros de Vox, tal y como reconoce en la entrevista.

Las declaraciones del PP

En la época en que la derecha, unificada bajo el paraguas del PP, era mucho más laxa: negoció con ETA y pedía que defendieran sus posiciones desde la política y no mediante la vía armada y violenta.

El 30 de enero del año 2000, con la tregua iniciada en octubre de 1998 ya rota -dicha tregua terminó definitivamente con el asesinato del militar Pedro Antonio Blanco en Madrid a comienzos del año 2000-, Jaime Mayor Oreja defendió en una entrevista en El Diario de Sevilla que “estaría dispuesto" a sentarse con ETA. A día de hoy, dados los aspavientos y la sobreactuación a la que los dirigentes populares nos tienen acostumbrados, estas palabras sorprenden. Pero hubo más. Muchas más.

Prueba de ello es que en la revista trimestral de la antigua Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), denominada La Razón, el propio José María Aznar llegó a defender en varias ocasiones, entre 1998 y 1999, que estaba a favor de que ETA abandonara la lucha armada y constituyera un partido político para defender sus ideas pacíficamente. "Por la paz y sus derechos no nos cerramos a la esperanza, al perdón ni a la generosidad. Seremos coherentes", afirmó el 8 de noviembre de 1998, al poco tiempo de que la banda terrorista empezara la tregua. Apenas unos días después, en concreto el 21 de noviembre de ese mismo año, el entonces presidente del PP volvió a posicionarse a favor de una negociación con ETA: "Si acepta las reglas de la democracia y demuestra una voluntad inequívoca de renunciar a la violencia, el Gobierno aceptará su política penitenciaria".

En la mencionada revista, además de quedar patente que el PP hubo una época en la que estuvo a favor de negociar una rendición con ETA, también se puede apreciar una metamorfosis sorprendente en el discurso del líder de los populares. La publicación recoge un gran recopilatorio de declaraciones de Aznar tras la declaración de la tregua por parte de la banda terrorista. De esta manera, la primera forma de reaccionar ante esa suspensión de las actividades fue el rechazo: "No hay ni habrá diálogo ni con ETA ni con Herri Batasuna. El Gobierno mantendrá una política antiterrorista en todos los frentes" (8 de septiembre de 1998).

En apenas dos meses, su discurso evolucionó notablemente hasta adquirir una postura mucho menos bélica: "Por la paz y sus derechos no nos cerramos a la esperanza, al perdón ni a la generosidad. Seremos coherentes" (6 de noviembre de 1998). 

La propia publicación de la antigua AVT tiene a su vez bastante miga. La revista se publicó hasta el año 2001, y como mencionábamos en los párrafos anteriores, se trataba de un boletín trimestral titulado La Razón. Paralelamente a la creación de esta publicación, Luis María Ansón creó un periódico y decidió llamarle de la misma manera. Así las cosas, pasado unos años, la AVT se vio obligada a cambiar la denominación de su boletín, y pasó a llamarse La fuerza de la razónaunque en la hemeroteca de la actual AVT no queda ningún registro de esta revista.

Por otra parte, se trataba de una publicación totalmente apolítica, y que daba voz a prácticamente todas las formaciones políticas, independientemente de la ideología de cada. 

Con el paso de los años, esta condición ha cambiado y la AVT y el Partido Popular han acercado posturas. De hecho, las dos últimas presidentas de entidad, Ángeles Pedraza y María del Mar Blanco, respectivamente, han ocupado u ocupan puestos relevantes dentro de la formación que lidera Pablo Casado