Jaime Mayor Oreja, exministro de Interior del Gobierno de José María Aznar, ya tiene heredera. La diputada número 89 del Partido Popular, Beatriz Fanjul, quien obtuvo el único escaño de la formación por el País Vasco tras arrebatárselo al PNV. Fanjul, al igual que Mayor Oreja, es una abonada a la teoría defendida por un selecto grupo de personas sobre que ETA continúa existiendo y operando.

En una entrevista concedida a El Español, la diputada vasca ha afirmado que “no creo que ETA haya desaparecido”, sino que “se ha transformado”. ETA no solo era plomo y sangre. Había un entramado social cultural económico que sigue latente. Lo vemos todo el rato con su eufemismo del derecho a decidir, de autodeterminación, que no es ningún derecho, porque el único derecho que tenemos los españoles es a tomar por nosotros mismos nuestras propias decisiones siempre y cuando no afecte al resto. En el País Vasco tenemos mucho que hacer y, por eso mismo, el arrebatar el escaño al PNV nos permite coger aire y darle esperanza a aquellos que nos sentimos vascos y españoles y queremos un País Vasco más abierto”.

Estas palabras recuerdan a la postura defendida a ultranza por Mayor Oreja. Con motivo de los acontecimientos acaecidos en las calles de Cataluña tras la sentencia del procés, Mayor Oreja aprovechó la coyuntura para volver a mentar a la banda terrorista.

Durante una conferencia en el Casino de Madrid celebrada el pasado octubre; Mayor Oreja llegó a aseverar que el procés secesionista catalán es fruto del pacto entre José Luis Rodríguez Zapatero, ETA y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

El exministro consideró que hay tres fases perfectamente identificables. La primera “se produjo a finales de los años setenta con la llegada al poder del PNV en el País Vasco y de CiU en Catalunya y la redacción de los Estatutos de autonomía vasco y catalán”; y la segunda “tuvo lugar a finales de los 80 cuando se reconoció el derecho a la autodeterminación en los Parlamentos vasco y catalán”.

En la tercera fase es donde sitúa la figura de Zapatero: “El procés no arrancó en Cataluña. Fue con un pacto entre Rodríguez Zapatero y ETA, que no llegó a escribirse, por el que ETA dejaba de matar y Rodríguez Zapatero, como contrapartida, cambiaba España en el ámbito territorial, social y moral”, ha asegurado.

“Después hubo otros dos pactos, que sí fueron explícitos. El pacto de Estella, por el que los nacionalistas vascos, a cambio de la tregua de ETA, se comprometieron a la ruptura. Y el pacto de Perpiñán entre ETA y ERC, por el que ETA se comprometió a no volver a matar en Catalunya a cambio de que ERC se convirtiese en el relevo de ETA en el proyecto de ruptura”, ha espetado.

Hasta tal punto llega Mayor Oreja, que insiste en que es “un error pensar que España ha derrotado a ETA”. “Se ha negociado, pero no se la ha derrotado, porque el suyo es un proyecto de ruptura. ETA ha dejado la vanguardia, pero no está derrotada. Su proceso está más vivo que nunca y ahora sus protagonistas son ETA y ERC”, sentencio.

Un abonado a la teoría

No es la primera ni la segunda vez que el exministro de Aznar insiste en relacionar a ETA, el procés y Zapatero. De hecho, hace apenas un par de semanas, el 19 de octubre, comparó la “crisis” que azotaba Cataluña con “el odio a España”, que en el País Vasco “derivó en ETA”.

Pero es que ya en el año 2011, Mayor Oreja acusó a Zapatero de legitimar los crímenes de la banda terrorista: “El Gobierno le ha dado a ETA legitimación y legalidad después de sus asesinatos. Ya nos gustaría que Zapatero usara la misma vara de medir que usa con el asesino terrible de Noruega, que hay que condenar sin duda; con otra vara está legitimando a 900 asesinatos que se han producido a lo largo de estos años”, dijo en una entrevista en la COPE.