Lorena Roldán, portavoz de Ciudadanos en el Parlament de Catalunya, subió el tono este jueves en la Cámara catalana equiparando a los CDR con la banda terrorista ETA al mostrar una fotografía del atentado del cuartel de la Guardia Civil de Vic en 1991. 

"Ya hemos visto demasiada sangre derramada, hasta dónde llega el odio y la ideología radical y que ya se han justificado demasiados asesinatos políticos. Esto no puede volver a pasar", sentenció la dirigente de Ciutadans. Una intervención que subiría el tono progresivamente, hasta acumular varias llamadas al orden por parte de Roger Torrent, presidente del Parlament. 

Son muchas las críticas que ha recibido la dirigente naranja por esta intervención. Una de las más virulentas ha sido la de Roberto Manrique, víctima de ETA en el brutal ataque perpetrado por la organización terrorista en el supermercado Hipercor el 19 de julio de 1987.

Aquel día no le tocaba trabajar, pero le cambió el turno de trabajo a un compañero. Aquella decisión le hizo vivir la explosión del coche bomba aparcado a las puertas de su trabajo que asesinó a 21 personas e hirió a 45. Ahora, más de treinta años después, es asesor de la Unidad de Atención de Valoración de Afectados por Terrorismo (UAVAT), dejando atrás su participación como presidente y portavoz de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

"¿Por qué no enseñó la sra.Roldan una foto de Hipercor? ¿No se atrevió porque sabe que muchas victimas de ese atentado estamos muy hartas del uso partidista?", se ha preguntado Manrique en Twitter, especialmente crítico con la utilización partidista de las víctimas del terrorismo. Utilizadas como un mismo ente sin tenerlo en cuenta, el dolor ajeno es utilizado sistemáticamente por la derecha como arma arrojadiza en sus intervenciones.