La dirección de Vox ya habla de una posible repetición electoral en Castilla y León tras la pírrica victoria el pasado domingo del Partido Popular. La formación ultra insiste en su exigencia de entrar en el futuro gobierno autonómico (su única línea roja) y aunque ve a Mañueco más proclive a pactar un acuerdo con ellos que al líder del PP, Pablo Casado, no temen que al final haya que volver a las urnas. 

'Atar en corto'

Desde la dirección del partido de extrema derecha explican su decisión de reclamar presencia en el Gobierno en Castilla y León con el argumento de que esa es la única manera de 'atar en corto' al PP y de poder exigirle que cumpla los pactos que eventualmente se alcen con ellos.

En este sentido, Vox avisa que lo mismo que exigen en Castilla y León podrían hacerlo en Andalucía, si se dieran unos resultados similares, porque a su entender Juanma Moreno Bonilla no ha sido fiel al acuerdo que alcanzó con ellos. En cambio, según detallan, no se lo plantearon en la Comunidad de Madrid, donde existe mayor afinidad ideológica entre las dos formaciones.

No obstante, dan por hecho que, tras ver los resultados de Castilla y León, el presidente andaluz no adelantará las elecciones en aquella comunidad y su gobierno en coalición con Ciudadanos aguantará hasta final de año. 

A la espera de una llamada 

En el partido de Santiago Abascal, según han explicado fuentes de la dirección a Europa Press, siguen a la espera de que los 'populares' en Castilla y León se pongan en contacto con ellos y aseguran a la agencia de noticias que no han recibido ninguna llamada de Génova. Aunque tampoco la esperan.

Eso sí, antes de empezar a hablar, consideran que el PP debería aclarar su posición sobre los pactos poselectorales en Castilla y León porque ve divergencias entre las posiciones de Casado y de Fernández Mañueco.

Exigencias de Vox

Ellos, recalcan, están decididos a hacer valer los 13 procuradores que consiguieron en la elecciones del domingo para entrar en el Gobierno y aseguran que esa es su única 'línea roja'. Su tesis es que si el PP pactó con Ciudadanos cuando los naranja tenían el mismo peso en las Cortes que ahora tiene Vox, ellos tienen el mismo derecho a hacerse con consejerías, sin precisar cuántas, e incluso a ocupar una vicepresidencia como Abascal empezó a reivindicar la misma noche electoral. "Ni más ni menos que los demás", como sostienen públicamente.

A la espera de recibir llamadas, no desvelan qué reclamarán exactamente a Mañueco, más allá de compromisos para la industrialización o de infraestructuras en las provincias más afectadas por la despoblación o determinadas cuestiones relativas a leyes que denominan 'ideológicas', como las relativas a la igualdad entre hombres y mujeres o el decreto de memoria histórica.

En cualquier caso, ya avisan de que pretenden llegar hasta el final porque no temen en absoluto una repetición electoral