Vox no cesa en su intención de abanderar el título de principal partido de la oposición contra Pedro Sánchez. En el 2023 se prevén curvas políticas, y no solo porque es año electoral, sino porque la ultraderecha vuelve a amenazar con una moción de censura abocada al fracaso. 

A finales del año pasado, los de Santiago Abascal ya abrían la lata de repetir una jornada que, pese a ser muy seria sobre el papel, parece tomarse a la ligera. Sin embargo, y aunque los números volverían otra vez a no ser suficientes -como pasó en 2020-, Vox quiere posicionarse como principal partido candidato a derrocar a PSOE y Unidas Podemos. 

Aquí cada cual libra la batalla jugando sus cartas. Relacionado con el juego de la extrema derecha, Alberto Núñez Feijóo quiere mostrar una imagen de moderación y recuperar el espacio de la derecha que un día perteneció a su formación. Ello se refleja, por ejemplo, en que vayan a abstenerse en el último paquete anticrisis del Gobierno, o en que el propio líder gallego haya rechazado la idea de Abascal, aunque a medias, ya que en caso de que ésta finalmente se produzca, apostará previsiblemente por la abstención en lugar de lo que hizo su predecesor, Pablo Casado, quien votó en contra.

Habrá que esperar para ver qué resultado da a cada partido sus respectiva estrategia que, por otro lado y al menos en el caso de Feijóo, se antoja aún dubitativa. Con todo, Abascal está muy decidido en su objetivo de convocar "de inmediato" elecciones y ha encontrado para ello una aliada sorpresivo, Inés Arrimadas, quien, por otro lado, se encuentra en una situación asimismo delicada con su portavoz y compañero, Edmundo Bal. 

Los nombres de Abascal

Vox sigue focalizado en encontrar un candidato "independiente" que se suba a la tribuna del Congreso aunque, en palabras del portavoz del partido, Jorge Buxadé, no es descartable que sea Abascal quien asuma otra vez la responsabilidad, como hiciera en la moción de censura con menos apoyos de la democracia. 

En cualquier caso, el líder del partido tiene algunos nombres en su particular lista de reyes. En ella, algo más detallada por eldiario.es, aparecen en su mayoría personas reconocidas de derechas que han creado su propio proyecto o que, al menos, se muestran muy activos en redes sociales. La otra parte del tablero la completarían antiguos dirigentes socialistas descontentos con el hacer de Pedro Sánchez. 

En el listado del que se hablaba hace apenas un mes se hallarían ahora nombres como la que fuera portavoz de UPyD, Rosa Díez, el ex de Ciudadanos, Marcos de Quinto, la que fuera diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, el ex vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras o el que fuera miembro de Navarra Suma Carlos García Adanero. También se estaría estudiando contratar a dos ex socialistas: Joaquín Leguina y Nicolás Redondo.

Con todo, en la derecha la idea de Abascal no ha hecho sino enfrentar más a las partes, de modo que mientras éste considera que pese a no reunir los apoyos, la moción serviría para dar un golpe sobre la mesa contra la coalición, Feijóo sostiene que solo serviría para que Sánchez saliera más reforzado, como sucedió hace algo más de dos años.

Vox contaría por el momento con el apoyo de Ciudadanos, aunque no toda la bancada; pues también discrepan sobre esto Arrimadas y Bal. El segundo sí abriría la puerta a apoyar la moción si el candidato de la misma fuese Leguina, que ha abandonado recientemente el PSOE. También darían su sí algunos miembros del Grupo Mixto como los tránsfugas de UPN y Pablo Cambronero, diputado de los naranjas por Sevilla.