Corren tiempos difíciles para Vox. La formación de Santiago Abascal ya se encontraba en horas bajas después de un pobre resultado electoral que les hizo perder 19 diputados el 23 de julio, y ahora, tiene que hacer frente a la salida de uno de sus mayores activos políticos, el que hasta ahora era su portavoz parlamentario y número dos, Iván Espinosa de los Monteros. Una marcha que se debe a las tensiones personales con el ala más dura y radical del partido, encarnada en la figura de Jorge Buxadé, que, tras esta abrupta salida, ganará todavía más presencia y poder en el seno de la formación de extrema derecha. 

Para valorar con mayor detalle esta situación, ElPlural.com ha entrevistado a Alejo Vidal Quadras, uno de los fundadores del partido, quien considera que Vox se ha introducido en una senda equivocada con la que han de tener cuidado.

- Pregunta: ¿Cree que con la salida de Iván Espinosa de los Monteros, Vox está tocado de muerte?
- Respuesta:
"Qué duda cabe que la retirada de Iván Espinosa de los Monteros es una pérdida sensible para Vox. Espinosa es un hombre con buena formación, con experiencia internacional, con gran capacidad dialéctica… Combina muy bien la dureza de la oposición con la elegancia en las formas. Para un partido como Vox, que está sometido a tantos ataques descalificadores sobre sus políticas y sobre su imagen, su salida es, sin duda, un golpe duro. Decir que está tocado de muerte sería exagerar, pero una pérdida significativa, sin duda lo es".

- P: ¿Hay mucha diferencia entre el Vox que usted fundó y el que hoy en día está liderado por Jorge Buxadé?
R: "En su origen, Vox fue concebido como un partido liberal-conservador que defendía unos principios por parte del liberalismo y, por otro lado, del sano conservadurismo. Es lo que no hacía el Partido Popular de Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría. Es decir, ante un PP burocrático, sin garra y ambiguo; en el manifiesto fundacional de VOX dibujamos el perfil de partido liberal-conservador muy serio, identificable y firme. Leyendo el manifiesto fundacional y comparándolo con el Vox actual, se advierten diferencias".

"El Vox original fue concebido como un partido con una marcada democracia interna. Es decir, mucha participación de los militantes, mucho debate interno y la existencia de mecanismos de control de los dirigentes por parte de las bases. Esto, el Vox actual, no lo tiene. Como el resto de partidos españoles, Vox es un partido cesarista y tiene una cúpula reducida en el que un núcleo de personas controla férreamente el partido".

"Nosotros concebimos Vox como un partido más del estilo anglosajón, con mucha vida interior, con mucho debate interno, con una permanente atención por parte de la cúpula a las bases y a sus opiniones e inquietudes… Y desgraciadamente, Vox es hoy como los demás partidos españoles. En Vox hay una cúpula que elabora las listas electorales, que decide quiénes son los cargos locales y que domina de manera férrea el partido en una dirección siempre de arriba a abajo.  Nosotros queríamos un partido más de abajo a arriba".

- P: Hay otra diferencia. Ustedes no tenían de secretario general a un falangista.
- R: "En los partidos hay cargos, diputados y representantes que ya tienen una edad de 50, 60 años… y que en su juventud tuvieron veleidades extremistas. Por ejemplo, en el Partido Popular, no diré nombres, pero hay figuras conocidísimas que en su juventud fueron de extrema izquierda. El hecho de que cuando uno tiene 18, 19 o 20 años, se deje seducir por determinados planteamientos extremistas, es normal. Eso pasa en todos los partidos. Si Buxadé cuando era jovencito tuvo esa inclinación, tampoco pasa nada. Es una época en la que uno se está formando, está conociendo, está empezando a leer cosas y digamos que es muy atractivo formar parte de un proyecto minoritario por lo que tiene de romántico".

"Yo eso no se lo reprocharía mucho a Jorge Buxadé porque hay ejemplos en todos los partidos casos de este tipo de excentricidades juveniles. El problema está en el Vox actual. Está cundiendo la idea de que VOX está prescindiendo de figuras más ubicadas en el liberalismo para dar todo el poder a una parte del partido más conservadora y más tradicional. Esta interpretación se apoya en que en la elaboración de las listas de las elecciones generales del pasado 23 de julio fueron apeados, sin ningún tipo de explicación, ni pública ni a los interesados, personas como Víctor Sánchez del Real o Rubén Manso. Ahora la salida de Iván Espinosa de la primera línea política viene a reforzar esa interpretación".

"Iván Espinosa era un claro representante del liberalismo económico, de la economía del mercado y de la defensa de las empresas dentro de Vox. Puede ser una interpretación errónea, pero en cualquier caso ahí está y Vox tiene que estar muy atento a que esa interpretación no cuaje, porque esto le podría representar un coste electoral muy alto".

- P: De los que fundaron Vox, en cargos importantes, ya solo queda Santiago Abascal.
- R:  "Bueno, está Ortega Smith".

- P: Ortega Smith no está en la cúpula de Vox.
- R:
"Efectivamente. En la cúpula queda Santiago Abascal y poco más".

- P: Usted fue el primer dirigente de Vox al que Santiago Abascal traicionó.
- R: "Ellos eran de otra generación y tenían mucha prisa para hacerse con el control del partido. Hicieron lo necesario para que los más veteranos nos apartásemos. Lo consiguieron. Nos apartamos".

- P: ¿La imagen de un Santiago Abascal que ha eliminado a todos con los que empezó en Vox, no acabará afectando al partido?
- R: "Vox ha tenido una serie de pérdidas y de decepciones que le van a hacer daño al partido. Un caso muy notable es el de Macarena Olona, que hacía un gran papel en el Congreso de los Diputados y tenía un club de fans muy extenso en España. También está el caso de Rubén Manso, de Víctor Sánchez del Real, el de Mireia Borrás y ahora el de Iván Espinosa de los Monteros. Vox tiene que ir con mucho cuidado. Así empezó Ciudadanos con el declive. Esta percepción de que VOX es un espacio del que la gente se va, es una imagen muy negativa.  Deberían procurar corregirlo".

- P: Por último, ¿qué relación mantiene usted actualmente con la cúpula de VOX y con el propio Santiago Abascal?
- R:
"Yo tengo una relación correcta. Si me invitan a alguna cosa voy y si les veo, nos saludamos muy correctamente. Si ellos hacen algún acto y tienen la amabilidad de invitarme, pues yo voy.  Mi relación con ellos es una relación correcta y educada. Ahora, si usted me pregunta si me piden opinión, pues no".