El Partido Popular (PP) continúa utilizando su mayoría absoluta en el Senado para desarrollar un rumbo legislativo paralelo. Los conservadores conformaron una comisión de investigación en la Cámara Alta para investigar la corrupción, pero se posicionaron en contra de la del Congreso de los Diputados, evidenciando que solo están a favor de indagar en lo que su mayoría decida. Este martes, los de Alberto Núñez Feijóo han anunciado que citarán al que fuera presidente de Canarias durante la pandemia y actual ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, que acudirá gustosamente y ha pedido a los líderes del PP la misma predisposición.

“Era algo esperable y, por tanto, ningún problema en comparecer en las comisiones de investigación. Espero que también, al igual que lo digo yo, no tenga ningún problema en comparecer la presidenta de la Comunidad de Madrid, el que era presidente durante la Covid-19 de Galicia o el resto de presidentes que teníamos responsabilidades durante la pandemia”, ha respondido Torres. Ahora la pelota está en el tejado de Isabel Díaz Ayuso, Feijóo y otros barones territoriales del PP, que se han negado a colaborar en el esclarecimiento de lo sucedido en aquellos tiempos, mientras el canario se ha prestado sin miedo.

Así lo ha trasladado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha vuelto a desmentir que haya mantenido ninguna relación con Koldo. “Claridad absoluta en lo que llevo diciendo desde el primer día”, ha defendido Torres, remitiéndose a unas palabras del propio cabecilla de la trama, que ha confirmado que no contactó con el ministro para la contratación de mascarillas. “El expresidente canario, que estaba muy preocupado ayer por el pasado y por Franco, seguro que hoy lo estará más por el futuro y por Koldo", han trasladado fuentes populares.

Los conservadores, como hiciera Ayuso con la desgracia del puente de Baltimore (EEUU), han banalizado y blanqueado el franquismo una vez más para atacar a un miembro del Gobierno. Pese a no tener nada que ver un caso de corrupción relativo a mascarillas y las leyes de blanqueamiento de la dictadura que verán la luz en Castilla y León y Comunidad Valenciana, y que ya está aprobada en Aragón, los de Feijóo han decidido mezclar ambas cosas para echar balones fuera sobre sus cesiones a la extrema derecha y el culebrón fiscal que rodea a la presidenta de Madrid.

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