Toni Roldán fue el primero en poner voz a la división que existía en Ciudadanos tras las elecciones del 28 de abril. En aquellos comicios, los liberales, aún comandados por Albert Rivera, obtuvieron su techo histórico con 57 escaños, a tan sólo 8 del PP. Sin embargo, el líder naranja se cerró en banda a un pacto con el PSOE de Pedro Sánchez, lo que llevó al que fuera ex portavoz económico del partido a abandonarlo, evidenciando la primera gran crisis de la formación. Este lunes, Roldán reprocha  la postura de su antiguo jefe y lo califica como “antipatriota”.

El que fuera portavoz económico de Ciudadanos en el Congreso, y aprendiz de Luis Garicano, Toni Roldán, ha concedido una entrevista al diario El Mundo en el que repasa aquellos días previos a su abrupta salida de la formación liberal. El ex dirigente naranja considera que una coalición entre “socialdemócratas y liberales”, en un país en pleno auge de populismos y extremismos, era el objetivo de cualquier persona “mínimamente razonable y patriota”.

Roldán considera que los 180 escaños que resultaban de la suma entre PSOE y Ciudadanos eran idóneos para acometer e impulsar reformas “con un diagnóstico absolutamente europeo”. Entiende que la coalición entre ambos habría aislado a los nacionalismos y daría una respuesta óptima a la pandemia.

“Es verdad que Sánchez pudo haber puesto mucho más de su parte, pero fue la decisión deliberada de Rivera, con un plan egoísta de tratar de ser líder de la derecha”, relata Roldán en las páginas del diario El Mundo. El ex portavoz liberal esgrime que “para ser líder de la derecha” era condición sine qua non no pactar con Pedro Sánchez. “Rivera le daba un valor cero a cambiar España y ser vicepresidente y un valor uno a ser presidente”, ha apostillado.

De hecho, Roldán explica que si no era presidente “preferiría tumbar” la posibilidad de gobernar en coalición con el PSOE de Pedro Sánchez. Sitúa este error como el “más grave” desde la Transición. No obstante, admite el “mérito” de Rivera en la construcción de un proyecto que “levantó él mismo”, aunque la “táctica de destrucción del partido” también fuera su responsabilidad.

El único mandato que teníamos los que estábamos allí era negociar hacia la derecha”, ha recordado Roldán, quien ha subrayado la incongruencia que esto supuso para una formación que “vendía que ni rojos ni azules”. “Hubo la posibilidad de consolidar un espacio liberal, pero se perdió por la ambición excesiva de Rivera”, ha sentenciado.

El exdirigente liberal ha remarcado el “elevado infantilismo” en la apreciación de la política y ha subrayado la dificultad de construir un proyecto político. “Ahora hay una concepción más relacionada con la adrenalina y la testosterona que con una apreciación de valor de la política. Si tienes la posibilidad de cambiar un país y renuncias… Y luego son los primeros que se llenan la boca de patriotismo”, ha relatado Roldán, quien ha personificado esto en la figura de Rivera. “Lo que hizo fue antipatriota, además de una oportunidad perdida para España”, ha zanjado.

De vuelta al presente, Toni Roldán ha deseado que el proyecto que hoy dirige Inés Arrimadas perviva. “Desearía que no desapareciese”, ha confesado antes de resaltar la “necesidad” de tener un “anclaje en el centro”. Ha elogiado la figura de Edmundo Bal, pero ha censurado la estrategia de campaña, que considera que ha estado “mal pensada”. “Ciudadanos tiene que dar una señal mucho más clara de que va a pactar en base a políticas y que no va a ser sectario con nadie”, ha apostillado Roldán.

En este sentido, el ex de Ciudadanos considera que falta “algo de ambición” en el proyecto de su antiguo partido, aunque desea que “haya tiempo para reconducirlo”. “Le deseo la mejor suerte del mundo a Inés Arrimadas”, ha zanjado.