Macarena Olona está dispuesta a hablar. La que fuese candidata de Vox en Andalucía no acabó bien con la dirección en Madrid, pero tras apartarse por poco tiempo de la primera línea de la política, alegando una enfermedad incapacitante que posteriormente sería resuelta como tiroides, ahora está buscando sitio: Vox u otra formación, Santiago Abascal o su propia persona.

Sobre estas preguntas ha contestado al diario ABC, a quien ha concedido una entrevista en la que se muestra dispuesta a sentarse pronto con Santiago Abascal para buscar una fórmula de entendimiento: “Esa conversación de tú a tú en la que desde luego tendremos que ver si podemos seguir caminando juntos, por Andalucía y por España. No concibo que de ese encuentro (con Santiago Abascal) no salgamos caminando juntos”, ha indicado.

Pese a insistir en que no hay nada cerrado y ella en ningún momento ha hablado de volver a la política, Olona se deja preguntar sobre cuál sería su papel: “No concibo nada que no sea que los andaluces no se sientan traicionados”. Sobre los resultados en Andalucía, y las voces que la señalan como culpable al no seguir las directrices de Madrid, Olona se define como “una candidata paracaidista que tenía una empresa que creo que era imposible”.

Sobre si desobedeció a Abascal, la excandidata niega la mayor: “Algunos se están equivocando mucho, rompiendo la unidad que caracterizaba a Vox frente a otras formaciones políticas. Mintiendo como es mentira lo que me acabas de trasladar, que me consta que es cierto y sé de dónde viene la puñalada interna”.

Su enfermedad y las dudas sembradas

Olona, que se sincera a lo largo de la entrevista, explica que cuando se apartó de sus funciones en la Junta de Andalucía llegó a temer por su estado de salud, pensando que la enfermedad que tenía era “cáncer”.

La exdirigente no esconde sus molestias por el ruido que llega diciendo que su enfermedad era falsa, una especie de artimaña para salir de Andalucía después del batacazo electoral: “Si el peor diagnóstico se hubiera cumplido, ¿Cuál sería el relato sobre mí? Pues resulta que no es cáncer, que es un problema relacionado con tiroides. ¿A qué se debe este linchamiento? ¿Tengo que pensar que algunos vieron la enfermedad como una oportunidad extraordinaria para sacarme de primera línea, de escena? ¿Y que ahora, cuando hay una posible vuelta, hay que poner en marcha la trituradora de carne?”.

Visiblemente descontenta, Olona insiste en que esto le ha molestado mucho, e incluso se muestra dispuesta a hablar personalmente con Santiago Abascal para preguntarle si duda de su enfermedad.