El presidente de Vox, Santiago Abascal, se ha dado un baño de masas en un acto con alumnos de la Universidad San Pablo CEU, donde ha sido recibido con gritos de ‘viva España’ y aplausos de los asistentes en cada ataque al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pese a que el nombre de Macarena Olona ha eclipsado el resto de asuntos a tratar, ha habido un resquicio para afearle a Alberto Núñez Feijóo que aún no hayan mediado palabra. 

La que fuera presidenta del PP Vasco y, a la postre, mentora del protagonista, María San Gil, ha sido la conductora de una charla en la que Santiago Abascal ha cautivado las vidriosas miradas de alumnos, docentes y altos cargos del centro, quienes no han dejado de ovacionar sus soflamas contra Pedro Sánchez, Bildu e incluso algún que otro agravio a los medios de comunicación que “compran” los dogmas de la izquierda.

Las carantoñas iniciales entre la maestra y el aprendiz han dado paso a los primeros golpetazos del ultraderechista a Bildu, en un vistazo somero a los devaneos de un joven Abascal recién llegado a la política empujado por la “tiranía” de la banda terrorista ETA. Así, ha declarado que aún, en referencia a la formación abertzale, se mantiene vivo el afán por “acabar con España” desde las tierras vascas.

Los embistes a Sánchez -sobre el que ha dicho que “no es un líder”- y a Bildu, han precedido a un tirón de orejas a Alberto Núñez Feijóo. María San Gil, tras afirmar que “todos” desean el fin de la coalición, ha interpelado a Abascal por la relación con su homólogo conservador, sobre todo con vistas a un posible pacto entre ultraderechistas y populares tras las próximas elecciones generales. “Espero que el PP tenga los votos suficientes para poder apoyarnos. No tiramos la toalla”, bromeó el líder de Vox.

Abascal prefirió no contestar esa pregunta. Al menos por el momento, dado que aún no ha habido ni un acercamiento furtivo entre ambos líderes. “No le conozco personalmente y aún no he tenido oportunidad de hablar con él”, confesaba un Abascal que no se aventuraba a profetizar si se llevaría bien con Feijóo. “Lo importante es saber qué quiere hacer con España. Me gustaría escucharle a él, más allá de los medios”, remachó el líder de Vox.

En este sentido, Abascal ha destacado que su partido constituye una alternativa y no un relevo, una clara alusión al Partido Popular, recordando que Mariano Rajoy, con mayoría absoluta, "no se atrevió" a derogar “las leyes perniciosas” que la izquierda implantó en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero.

Recordatorio a Olona

El nombre de Macarena Olona ha regresado de entre la maraña informativa un mes y medio después de anunciar su salida, fracaso electoral mediante. La exdiputada y candidata de Vox a los pasados comicios a la Junta de Andalucía ha regresado entre rumores de una posible vuelta, sobre la que, por cierto, Abascal ha declarado no tener ni idea.

Sin profundizar demasiado, Abascal ha despachado en unas pocas líneas el asunto Olona. “Estamos a la espera”, ha avanzado el líder de Vox antes de darse el baño de masas ante los alumnos y el personal del CEU San Pablo. Mientras sus excompañeros aguardan su decisión, el que fuera su jefe le ha recordado que ella mismo aseguró “hace solo un mes y medio” que no podía cumplir su compromiso con los andaluces por cuestiones médicas.

Será la cúpula del partido la que decida y analice si los intereses de Olona “caminan en la misma dirección” a los de Vox. Por el momento, Abascal se mantiene a la “expectativa y a la espera” de que sea ella misma quien despeje la incógnita y aclare si ha decidido volver y “afiliarse de nuevo” o, en cambio, mantenerse en lo que trasladó “hace un mes” y regresar a su puesto en la Abogacía del Estado.