En la última semana, el diario El Mundo se vanagloriaba de que había sido gracias a sus publicaciones que el juez Ángel Hurtado dejara al borde del banquillo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por posible revelación de secretos. No contentos con eso, cargaba contra periodistas de El País con un artículo que, por otra parte, carecía de firma.

Cuando todos los medios -también los del Grupo PRISA- que habían tenido acceso al intercambio de mensajes entre el novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, y la Fiscalía aseguraban que la información no había llegado desde el fiscal general, la derecha mediática no solo hizo caso omiso a esto, sino que cargó contra compañeros de profesión de otra línea editorial.

El bulo que lo dinamitó todo data del 20 de junio de 2024, cuando en su periódico, El Mundo dejó entrever que el acuerdo para reducir la pena que podía recaer sobre González Amador había llegado de parte de la Fiscalía hacia la pareja de la baronesa y no al revés, como realmente sucedió.

No contentos con saber que mintieron a sabiendas con una noticia ‘fake’ en la que todos apuntaban a Miguel Ángel Rodríguez (MAR), jefe de prensa de la administradora de Sol. El diario celebraba que la decisión de Ortiz en los últimos días había llegado gracias a esas ‘informaciones’.

Esta misma semana, el director del diario conservador, Joaquín Manso, ensalzaba que “frente al deterioro institucional, el periodismo”. “Las informaciones que han terminado con el fiscal general en el banquillo proceden en las investigaciones de El Mundo”. Lejos de quedarse ahí, el periódico publicó unas líneas titulada Periodistas del Grupo Prisa en auxilio de García Ortiz: “Testimonio subjetivo” y “no se alcanza a entender lo que se pretende”, sin firma alguna ante la que el otro periódico, por alusiones, emitió el siguiente comunicado.

En este texto, el Comité de Redacción de El País lamentaba la publicación “de un artículo anónimo en el que se injuria a periodistas de este diario acusándoles de participar en una “operación política” para “intentar ayudar in extremis”, “exculpar” y “ofrecer coartadas” al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, acusado de un delito de revelación de secretos”.

El medio mencionado expresó que los periodistas se limitaron a declarar en sede judicial “que tuvieron noticia de las negociaciones entre la pareja de Isabel Díaz Ayuso y la Fiscalía antes de que las conociera García Ortiz (…) no por salvar al fiscal general del Estado, sino por su compromiso con la verdad, al margen de a quién beneficie o perjudique, intrínseco a la profesión periodística”.

Y en esas, El País recuerda que quien incurrió en un “bulo” dado que la Fiscalía en ningún caso ofreció al novio de Ayuso ningún pacto, fue únicamente quienes les acusaban. “Nada de lo que dice el auto del juez Hurtado contradice lo que declararon los periodistas de El País. En cambio, deja claro, para quién aún quisiera ignorarlo, que la noticia publicada el 13 de marzo de 2024 por El Mundo -aquí hace alusión al artículo que provocó todo- es falsa”, emplaza. “Ningún medio de comunicación está libre de equivocarse. Cuando sucede, debe rectificar y pedir disculpas. Nunca injuriar a periodistas de otros diarios desde el anonimato”.

Procesamiento sin pruebas

Lo cierto es que el procesamiento del fiscal general del Estado llega sin más pruebas que conjeturas y suposiciones. Todo ello, a pesar de contar con varios testimonios de periodistas implicados, también de ElPlural.com, que en los últimos días han testificado y facilitado pruebas que demuestran que no recibieron del fiscal la información que desmontaba el bulo fabricado por el jefe de Gabinete de Ayuso y publicado en El Mundo.

De esta manera, la Comunidad de Madrid se implicó en la defensa de la pareja de la lideresa regional y no dudó en difundir una información completamente falsa, referida a que era la Fiscalía quien había ofrecido un trato al defraudador confeso -González Amador se defendió con uñas, dientes y denuncias contra todos, pero perdió también esta batalla ante el Tribunal Supremo- y no como realmente ocurrió.

La veracidad duró pocas horas y la maquinaria del entorno de la presidenta madrileña comenzó una campaña para atacar al fiscal general por desmentir un bulo. No obstante, el juez no encontró ninguna prueba contra el fiscal e ignoró los testimonios que no le interesaban en su cometido.

Cabe destacar que Hurtado recibe el apoyo del Gobierno, quien recuerda que se trata del magistrado que intentó desvincular al Partido Popular (PP) de la Gürtel y se opuso a que Mariano Rajoy testificara en este caso.

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