Eran otros tiempos, donde la búsqueda del impacto informativo era una necesidad para Santiago Abascal. Hoy erigido como líder de la extrema derecha española y una de las personas más influyentes del panorama político nacional, el dirigente ultra prefiere no hacer alusión a su vida pasada, pero no siempre fue así. Los términos escogidos tiempo atrás estaban pensados, y conectar con una sociedad golpeada por una crisis severa era una necesidad: “Yo no tengo casa en propiedad porque la perdí en esta crisis, pero, sin embargo, soy rico, porque tengo la fortuna de tener cuatro hijos”.

Estas palabras cimentaban la base ideológica y propagandística de Santiago Abascal en 2015, justo antes de las elecciones en las que Mariano Rajoy se impuso por la mínima. Ni siquiera estas declaraciones de corte afectivo hicieron que Vox consiguiera representación, quedándose por debajo del 1% de los apoyos en los comicios.

El eslogan fue paseado en platós de televisión y en intervenciones públicas. Presentarse como un líder inmaculado y golpeado por la caída de la economía -como buena parte de la ciudadanía- fue una de sus estrategias más codiciadas. Era necesario acabar con la imagen de la casta política que arrastraba el político, encontrando un hueco emocional en un sistema de partidos que manifestaba su cansancio.

Fue entonces cuando los asesores de imagen de Vox pensaron que pragmáticamente podría servir con fines políticos usar uno de los capítulos más dolorosos de su vida personal: “Yo en este momento no tengo vivienda y vivo de alquiler porque la he perdido en una mala época. Entonces yo sé perfectamente lo que es que tu casa y los ahorros de toda tu vida se queden en poder de un banco. Nadie me lo tiene que explicar, pero también yo asumo mi responsabilidad por haberme comprometido con una hipoteca que no podía pagar”.

(Vea sus declaraciones sobre la empresa y su ruina económica desde el minuto 13:55 al 15:55) 

La empresa de la que presumía: un bar 

Las pérdidas empresariales de un negocio al que el propio Abascal hacía alusión habían supuesto un revés momentáneo para el dirigente. Esta empresa, un bar del grupo Hammers Hostelería -tal y como ha publicado ElPlural.com-, sin embargo, no contaba con el político entre su accionariado ni en los puestos directivos de la empresa.

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Quienes se encargaban de la regencia de Heneken Urban Concept (este era el nombre del local) eran la primera mujer de Abascal, Ana Belén Sánchez, y los hermanos González, aún ligados al mundo de la hostelería en diferentes proyectos empresariales.

De hecho, si Santiago Abascal hubiera figurado en alguno de estos puestos, hubiera estado obligado a presentar este negocio en su declaración de bienes y rentas ante el Parlamento del País Vasco -donde desempeñaba su labor política en aquel momento-, estando obligado a recibir autorización expresa de la Mesa de la Cámara para no incurrir en un delito de incompatibilidades, tal y como viene reflejado en el artículo 21 del Reglamento del Parlamento Vasco:

Artículo 21

  1. Los parlamentarias y parlamentarios deberán observar en todo momento las normas sobre incompatibilidades establecidas por el ordenamiento jurídico.

2. A efectos del examen de incompatibilidades, desde el Registro de Intereses se remitirá a la Comisión de Incompatibilidades copia de las declaraciones de actividades y de sus modificaciones.

3. La Comisión de Incompatibilidades elevará al Pleno sus propuestas sobre la situación de compatibilidad o incompatibilidad de cada parlamentaria o parlamentario en el plazo de los 20 días siguientes a la plena asunción por la parlamentaria o parlamentario de su condición de tal o a la comunicación que obligatoriamente habrá de realizar sobre cualquier alteración de las actividades señaladas en el artículo anterior a efectos de incompatibilidades.

4. Declarada y notificada la incompatibilidad, la parlamentaria o parlamentario incurso en ella dispondrá de un plazo de ocho días naturales para optar entre el escaño y el cargo incompatible, durante el cual no podrá participar en las tareas y reuniones de la Cámara. Si no ejercitara la opción en el plazo señalado se entenderá que renuncia a su escaño.