La noche electoral del 23 de julio ha terminado con Pedro Sánchez como ganador de unas elecciones generales en las que todo apuntaba a una victoria de la derecha. El candidato del PSOE y ahora presidente del Gobierno en funciones ha conseguido 122 escaños, muchos más de los que le daban las encuestas, e incluso dos más de los 120 escaños que logró el Partido Socialista en las elecciones generales de 2019. A pesar de no quedar como la lista más votada, esa en manos de Feijóo, la única suma que parece posible para formar un Gobierno de coalición es la de PSOE y Sumar, liderada por Sánchez y Yolanda Díaz.

El presidente del Gobierno tomó las riendas de la situación el lunes 29 de mayo después de que los comicios municipales y autonómicos del domingo 28 de mayo dieran una amplia victoria al Partido Popular. Un momento en el que Sánchez puso las cartas sobre la mesa para hacer un llamamiento sorpresa a los españoles: adelantar las elecciones para decidir el rumbo político de España. Con dos opciones muy marcada y contrapuestas -por un lado la izquierda con la unión PSOE-Sumar, o el tándem Sánchez-Yolanda, y por otro, la coalición de derecha que formarían PP y Vox- la campaña electoral no pintaba bien para el PSOE. Y tampoco lo hacía por adelantar las elecciones a pleno periodo vacacional de los españoles.

Las encuestas daban una clara victoria al Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo para este domingo 23 de julio. La duda era si necesitaría o no a Vox para gobernar España. Sin embargo, nadie contaba con el poder del sanchismo -ese que querían derogar desde la derecha- que ha provocado que Sánchez no solo no sufra la debacle vaticinada por la mayoría de expertos y politólogos, sino que, a punto de convertirse incluso en la lista más votada, es ahora la opción más probable a la hora de formar nuevo Gobierno.

PSOE-Sumar, la opción más viable de nuevo Gobierno

Y es que las cuentas no salen para la posible coalición PP y Vox -una opción a la que ya se han acogido ambas formaciones en gobiernos municipales y autonómicos-, con 136 escaños para los de Feijóo y 33 para la formación de ultraderecha de Santiago Abascal. Una suma que da 169 escaños, insuficientes hasta los 176 necesarios que marcan la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. Con el pactómetro echando humo, la opción más viable sería precisamente la contraria: PSOE y Sumar unidos, con los 122 de Sánchez y los 31 de Sumar para alcanzar 153 escaños a la hora de acudir a la investidura. A estos ya se han abierto a sumar otras formaciones como el BNG, ERC o EH Bildu, con los que la coalición de izquierdas ya se acercaría a la mayoría absoluta. En medio de este juego de pactos y partidos entra en escena Junts per Cataluña, que con la abstención podría facilitar el Gobierno de Sánchez y Díaz.

Más allá de lo que ocurra en los próximos meses, o de una supuesta repetición electoral, Sánchez ha sabido resistir a la campaña de desprestigio de la derecha y ultraderecha, ya no solo contra su partido, sino contra su persona. Con el fin único de “derogar el sanchismo” y sin apenas un programa político o económico con medidas concretas, solo “acabar con el sanchismo”, parece que la estrategia de la derecha no ha salido tan bien como se esperaba. Y el sanchismo parece que tiene cuerda para rato.

Sánchez ha resistido a un nuevo embiste, esta vez en forma de elecciones generales a la presidencia del Gobierno. Una sorpresa, parece que para el mismo PSOE, que montó a toda velocidad un escenario a las puertas de la sede de Ferraz para celebrar la victoria. Un escenario al que llegó en medio de una noche eufórica el presidente del Gobierno junto a su mujer en coche -que no en Falcon- para, con la camisa vaquera de la suerte, dar las gracias a todos los votantes del PSOE y demostrar, una vez más, el poder del sanchismo.

Todo ello con Perra de fondo, la canción de Rigoberta Bandini, extendiendo el meme de Perro Sanxe viralizado primero por la derecha, como un ataque al candidato del PSOE, pero después por el propio Pedro Sánchez y su equipo. Una estrategia de marketing y de imagen que, haya influido o no en la votación del domingo, ha marcado el final de la campaña. Una forma de reírse de las críticas y aprovechar un meme creado por otros para el rédito personal.

"Hemos sacado más votos, más escaños y más porcentaje que hace cuatro años, gracias de corazón", celebraba el ahora presidente del Gobierno en funciones a las puertas de Ferraz ante su electorado. En cifras, el PSOE de Sánchez ha ganado casi un millón de votos más frente a los comicios de 2019, cuando también fue candidato a la presidencia y, de hecho, resultó ganador con el primer Gobierno de coalición de la historia de España, así como cuatro puntos porcentuales más y dos nuevos escaños.