El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha intervenido este lunes en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, organizada por su secretario general, Antonio Guterres, para proponer que España se convierta en 2025 en la sede de Cumbre de Financiación para el Desarrollo Sostenible, en la que será su cuarta edición mundial. 

En su discurso desde Nueva York (Estados Unidos), donde se ha desplazado para participar en la semana de Alto Nivel de Naciones Unidas, Sánchez ha trasladado que España realizará nuevas aportaciones financieras, en total 140 millones de euros. En primer lugar, ha señalado que llegará hasta los 120 millones para el Fondo Conjunto de los ODS, del que España ya es el segundo donante.

"Las sucesivas crisis globales a las que nos enfrentamos han puesto de manifiesto la importancia de articular mecanismos conjuntos para progresar y responder a los más vulnerables. Hemos aprendido que construimos sociedades más fuertes, solidarias o resilientes o no estaremos bien preparados para acometer las profundas transformaciones que necesitamos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y encarar el futuro de progreso y prosperidad", ha comenzado esgrimiendo Sánchez.  Una exposición de la realidad actual por la que ha llamado a no decaer en los objetivos en común: "La década para la acción no está perdida y debemos actuar", ha reivindicado.

Sánchez ensalza el "escudo social robusto" que ha consolidado España

Con este punto de partida, el presidente del Gobierno ha expuesto desde la Cumbre de la ONU algunas de las medidas más notables que ha adoptado España en los últimos años siguiendo la hoja de ruta de transformaciones y compromisos que pretenden consolidarse en un futuro próximo. 

En el plano doméstico, tal y como ha comenzado, Sánchez ha ensalzado que nuestro país "ha dedicado ingentes esfuerzos económicos para armar un escudo social robusto que proteja a los más vulnerables": desde políticas públicas en el ámbito del empleo, educación o salud, hasta la igualdad de género, inclusión social, digitalización y lucha contra la emergencia climática. "Hemos hecho de las políticas de prevención y de reducción de riesgos una prioridad que incluyen la publicación del Marco de Gestión del Riesgo de Catástrofes en España", ha subrayado. 

En cuando al plano internacional, en el que España tiene y .pretende seguir manteniendo- un papel de máxima relevancia, Sánchez ha garantizado que seguirá cumpliendo en los objetivos de la Agenda 2030, como dotar de una nueva Ley de Cooperación Internacional, sobre la cual se ha comprometido a "dedicar el 0,7% de la Renta Nacional Bruta (RNB)". 

Para esta tarea, Sánchez ha enumerado tres ejes que, entren 2024 hasta 2027, se pretenden impulsar nuevas aportaciones financieras: "Uno; aumentaremos nuestra contribución al Fondo Conjunto del que ya somos el segundo donante, llegando a los 120 millones de euros. Dos; apoyaremos al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) con 20 millones de euros para seguir reforzando la seguridad alimentaria. Y tres; aspiramos a estar entre los diez primeros donantes con nuestras contribuciones al Fondo Fiduciario para Propósitos Especiales y el presupuesto ordinario de las agencias", durante el periodo mencionado. 

Con estos deberes pendientes, Sánchez ha matizado que España tiene la máxima intención y disposición a tener "un papel activo en todo el debate" que se está concentrando en el corazón de la ONU de la mano de Guterres y, por ello, ha anunciado que trabajará para que nuestro país pueda acoger la 4.ª Cumbre de Financiación para el Desarrollo Sostenible, la cual se celebrará en 2025.

Guterres aboga por un plan de "rescate global"

En el marco de los ODS, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha abogado por "un plan de rescate global": "Solo el 15% de los objetivos están en camino a conseguirse y muchos retroceden", ha urgido. 

El dirigente luso, en estos términos, ha destacado que una de las tareas principales de este compromiso es ayudar a la financiación de aquellos países en desarrollo, contando con el respaldo de una reforma de la arquitectura financiera internacional, la cual ha calificado de "disfuncional e injusta", motivo por el cual ha puesto sobre la mesa un programa de estímulo dotado de 500.000 millones de dólares anuales para impulsarlo. 

Teniendo como meta una previsión de 575 millones de personas que seguirán viviendo en el umbral de pobreza extrema en el año 2030, todo ello si se mantienen las condiciones actuales, Guterres ha realizado una llamada de atención con carácter urgente para tomar acciones inmediatas contra el hambre, una lacra que ha tildado de "escandalosa mancha en la humanidad y una épica violación de los derechos humanos". Asimismo, ha pedido una transición a energías renovables que, como ha recordado, "no está sucediendo lo suficientemente rápido". En cuanto a la digitalización, que no está al alcance de todos, Guterres ha pedido que se maximicen las oportunidades de alcance, a la par de que se refuerce el acceso a una educación de calidad, a la par que a las protecciones sociales.