Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, ha comparecido ante los medios de comunicación después de que el rey Felipe VI le haya encargado la tarea de formar gobierno, como última oportunidad antes de convocar una repetición electoral. Además de aceptar el encargo, de mostrar toda su disposición para conformar una mayoría parlamentaria que el permita revalidar un gobierno de coalición y asegurar que se reunirá con todos los partidos políticos excepto con Vox, Sánchez ha ofrecido dos grandes pactos a Alberto Núñez Feijóo.

Vamos a dirigirnos al Partido Popular, no lo vamos a hacer para recabar su apoyo, lo cual me parece fuera de lugar, tampoco para lo que han hecho ellos estas últimas semanas, que es apelar a la peor de las corrupciones: apoyar el transfuguismo, porque es alterar el resultado de las urnas y yo no voy a pedir tránsfugas del PP que apoyen al PSOE; pero sí voy a dirigirme al PP para proponer, que es algo que es de sentido común, que se cumpla con las leyes, que cumpla con la Constitución, que desbloqueen el gobierno de los jueces y su renovación, que lleva cinco años bloqueado por la irresponsable actitud del PP”, ha sostenido.

En el mismo sentido, Sánchez ha añadido su otra petición hacia los populares: “Me gustaría proponer al PP que podamos desterrar el insulto y la descalificación de la conversación y de la disputa política”. “Podemos discrepar sin deslegitimar al oponente, podemos sostener posiciones opuestas sin tener que perdernos el respeto, y me propongo hacer lo posible para que así sea. Solo pido algo que me parece que es de puro sentido común, que se respete la legitimidad del parlamento y que se cumpla con la Constitución”, ha terminado remarcando.

No a la ultraderecha

Sánchez ha sido claro y meridiano en su discurso. Además de lanzarle estas propuestas al líder del PP, que se postura a liderar la oposición -como ya aceptaban en su propio partido la pasada semana tras fracasar en la investidura-, el líder del PSOE ha mostrado su línea roja con el partido presidido por Santiago Abascal.

“Nuestro propósito es seguir avanzando, evitar retrocesos y estuvimos muy cerca el pasado 23J. Este es el objetivo del PSOE y, para ello, vamos a iniciar la ronda de contactos a excepción de la ultraderecha”, ha subrayado.

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Optimista ante su investidura

El presidente del Gobierno en funciones, tras el fracaso anunciado de la investidura de Alberto Núñez Feijóo la pasada semana, ha prometido que su investidura será “real” para los españoles. “Nos tomamos en serio el encargo del jefe del Estado, esto no es una broma, no voy a una investidura postiza; esta será una investidura real. Escucharé a todos los grupos parlamentarios y, a partir de ahí, nos posicionaremos. Todo lo que hagamos será dentro de la Constitución y por un frente común”.

Tal como ha precisado, las negociaciones arrancarán mañana miércoles, y lo hará con Sumar, reuniéndose con Yolanda Díaz en el Congreso de los Diputados. “Los españoles deben tener las garantías que las negociaciones deben ser discretas, pero los acuerdos transparentes”, ha garantizado.

Es momento de la política, compromiso y liderazgo. Hemos tenido cinco semanas de investidura fallida de Feijóo, nosotros empezamos hoy, no puedo garantizar la fecha, pero vamos a trabajar en serio (…) Estoy muy ilusionado, honrado y puedo prometer y comprometer es a eso, que trabajaré en cuerpo y alma para que podamos tener un gobierno que merecen los españoles”, ha añadido.

Por el momento, no hay fecha fijada en el calendario para que se celebre la segunda investidura a la Presidencia del Gobierno de la XV Legislatura. Francina Armengol, presidenta de la Cámara Baja, ha detallado en su comparecencia tras reunirse con Felipe VI que la fecha límite es el 27 de noviembre, razón por la que se espera que la cita parlamentaria se de en las primeras semanas del mes que viene.