Mientras en la Puerta del Sol, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, desplegaba su vocación antisanchista, desde el Palacio de la Moncloa, el presidente del Gobierno daba buena cuenta del octavo decreto anticrisis. Pedro Sánchez ha deshojado la margarita de un nuevo rosario de medidas para amortiguar el impacto de la inflación, además de dar a conocer cuándo acometerá la remodelación de su flamante gabinete para subsanar la baja de Nadia Calviño. El viernes es el día escogido por el presidente para desvelar el sustituto de la actual vicepresidenta primera y ministra de Economía, sin matizar si su heredero asumirá todos y cada uno de sus títulos. Así, en su habitual balance de final de año, ha echado el cierre a un 2023 marcado por las cruciales generales del pasado mes de julio.

La complejidad de las negociaciones para dar luz verde al octavo decreto antiinflación ha provocado que Sánchez desfilara con una hora de retraso ante los medios de comunicación agolpados en el interior del Palacio de La Moncloa. Los socios de la coalición han llevado hasta la extenuación las conversaciones para superar los escollos que permitieran la gestación de un renovado escudo social que, finalmente, mantendrá las bonificaciones en materia de transporte público y dotará de carácter permanente los gravámenes a la banca y empresas energéticas. Dos puntos de fricción entre socialistas y magentas que se han solventado pasados escasos minutos del mediodía.

Desbloqueadas las interioridades del decreto, el jefe del Ejecutivo procedió a su habitual balance de final de año. Un 2023 que, tal y como ha pronunciado el propio Sánchez, ha estado marcado por las elecciones generales del pasado 23 de julio. La cita electoral puso a los ciudadanos ante la disyuntiva de elegir “la derogación de todos los avances” o un nuevo Gobierno de tinte “ultraderechista”. “España dijo ‘sí’ a la igualdad, a la libertad y a la justicia social”, ha recordado, al tiempo que reforzaba su argumentación con los 179 escaños que “validaron de nuevo el proyecto progresista”.

Crisis de Gobierno

Una de las grandes incógnitas que envolvían al Gobierno de Sánchez pasaba por la identidad del sustituto de Nadia Calviño. La Vicepresidencia primera y el Ministerio de Economía entrarían en sede vacante a partir del próximo 1 de enero, cuando la hasta ahora titular del ramo ocupara su nuevo puesto al frente del Banco Europeo de Inversiones (BEI). En un primer momento, desde Moncloa se barruntaba la posibilidad de acometer la crisis de Gobierno en las primeras semanas del 2024. Sin embargo, la ecuación se resolverá antes de lo previsto.

Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno durante su repaso del 2023. Preguntado por tal eventualidad, Sánchez despejaba la X y emplazaba a este próximo viernes, tres días antes de concluir el ejercicio, la crisis. Será entonces cuando se desvele la identidad del heredero o heredera del Ministerio de Economía, aunque se ha guardado para sí más cambios posibles o si, en su defecto, será tan sólo un cambio de cromos.

Decreto in extremis

Podemos y PSOE ya tenían acostumbrados a exprimir la negociación hasta la última gota. Sumar promete un camino idéntico y así lo han escenificado los socios con este nuevo decreto. Finalmente, el acuerdo llegó y trajo bajo el brazo dos panes. Por un lado, se ha mantenido la bonificación del transporte público tal y como estaba dispuesta hasta la fecha. Por otro, a pesar del peligro que corría en un principio, se prorrogan los impuestos a la banca y a las energéticas, abriendo la puerta de par en par a su permanencia.

De este modo, Sánchez asegura que dará “continuidad” a la agenda política de la pasada legislatura para alicatar las medidas iniciadas y seguir con la senda “transformadora”. Esta tendencia conduce al Ejecutivo a aprobar “el grueso” de las medidas que se aprobaron en su momento para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania. La rebaja de los alimentos es una de ellas, aunque han decidido que la reducción en las bajadas de impuestos vinculadas a la luz y el gas concluya. No obstante, se acometerá de manera “gradual” durante el próximo semestre.

El octavo decreto mantiene el blindaje a las familias vulnerables frente a la amenaza del desahucio. Una medida que emana de los acuerdos suscritos con el resto de fuerzas del arco parlamentario. En este caso, con EH Bildu. Socialistas y abertzales acordaron incluir la extensión de la prohibición durante todo el 2024. Precisamente la “vivienda”, como ha reiterado Sánchez en otras comparecencias y en esta misma, será un pilar fundamental en la legislatura. “Va a ocupar una posición prioritaria, de ahí la creación de un ministerio con competencias exclusivas”, ha precisado, al tiempo que recordaba que una de las últimas leyes de la legislatura fue “la primera ley estatal” en clave de vivienda.

Crecimiento y avance

A pesar de la batería de “progresos” y el calado que tuvo la medida en toda Europa, la propia UE avanzó el final de la excepción ibérica. Y así ha sido. No hay rastro de ella en el nuevo decreto. Sin embargo, Sánchez ha precisado que es uno de los factores que ha permitido que España crezca “más de lo que estaba previsto” el próximo curso. El jefe del Ejecutivo ha remarcado que la economía española ha elevado sus perspectivas de crecimiento para el 2024 hasta un 2,5%, lo que implica multiplicar por cuatro “la media de la Eurozona”. “La España de hoy es mejor, con más empleo, que la de hace cinco años… Somos un Gobierno limpio y sin tacha de corrupción”, ha redundado.

En suma, Sánchez ha enfatizado en los “indicadores económicos”, que dibujan una España que “está avanzando”. “Hoy España es un país respetado en Europa y en el mundo. Nuestros trabajadores y empresas son valorados […]. Si algo hemos demostrado en estos años es que no hay dicotomía entre la justicia social y el crecimiento económico. Se puede crecer con justicia social. Es la forma de crecer”, ha resaltado.

Una oposición escorada

El Ejecutivo compartirá escenario con una oposición descarnada y encabezada por una Isabel Díaz Ayuso que, en paralelo, desplegaba todo tipo de ataques hacia el presidente del Gobierno. Sendas comparecencias coincidían en tiempo, pero no en espacio. Desde la Puerta del Sol, la presidenta de la Comunidad de Madrid persistía en su estrategia de confrontación con el jefe del Ejecutivo, liderando la voz cantante de la oposición una vez más. Como también lo hizo desde la tribuna de invitados en el Congreso de los Diputados, desde donde vertió el famoso Me gusta la fruta.

Una estrategia que en Moncloa no cuaja. De hecho, el propio Sánchez ha censurado el comportamiento de la líder del Ejecutivo regional. “No es aceptable el nivel de descalificación e insultos a los que ha llegado la oposición en las últimas semanas. Desde el punto de vista social, debería ser absolutamente reprochable que a un líder de otro partido político se bromee diciendo ‘me gusta la fruta’”, ha destacado. A su juicio, no es si no la prueba palpable del “bajo nivel” al que ha llegado la política por su parte. “Esto se debe condenar siempre, hasta que se retracten aquellos que lo hacen”, ha proseguido, aludiendo también a las agresiones en según qué plenos municipales.

A pesar de todo, el jefe del Ejecutivo mantendrá los puentes directos con Génova. “Si mil veces dice el PP que no, Mil y una veces tenderemos la mano al PP”, ha apostillado Sánchez, mientras percutía en la necesidad de renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en 2024. “Es imperativo hacerlo. No es aceptable que un poder tan importante viva en una verdadera crisis institucional derivada del bloqueo del PP”, ha insistido.

En este sentido, se ha mostrado “encantado” de la predisposición del PP a renovar el CGPJ, a pesar de que ello comporte la presencia de un mediador de la Comisión Europea. De hecho, ha apuntado al comisario Reynders o a la vicepresidenta Vera Jourouva. Sánchez creen que podrían ser los elegidos porque conocen la situación de “bloqueo”. “Si consideran que es necesario que interceda, nosotros encantados”, ha puntualizado.