La ministra de Defensa, Margarita Robles, no descarta el uso de armas químicas por parte de Rusia en su ofensiva contra Ucrania. “No se puede descartar nunca nada, estamos en una guerra con una especial crueldad. Es un escenario que no hay que descartar”, ha deslizado este lunes en declaraciones a los medios de comunicación a la par que ha explicado que “todos los países trabajan para ver qué posibilidades de reacción hay” en el caso hipotético de que esto sucediera.

“No está comprobado que se estén utilizando, pero podría ser una de las posibilidades”, ha acentuado, antes de añadir: “Nos estamos encontrando con que todos pensábamos que en el siglo XXI iba a haber otro tipo de guerras: en el espacio, híbridas… y es una guerra del siglo XX, con carros de combates, mísiles que matan, barcos, etc”.

La responsable de Defensa ha recordado que, incluso, se está utilizando a las mujeres como arma “de agresión sexual”. “Por eso no podemos descartar nada”, ha relatado.

A modo de conclusión, la ministra socialista ha tratado de mandar un mensaje tranquilizador ya que, por el momento, “no está demostrado” que Rusia esté acudiendo a este armamento.

Más armas defensivas a Ucrania

Los periodistas también han preguntado a Robles si España iba a enviar más armas, a lo que ha respondido de manera contundente y manteniendo que el compromiso de nuestro país con el pueblo ucraniano es firme. “En la medida en la que Ucrania lo solicite y España pueda, nuestro país seguirá enviando armas defensivas para que la gente pueda ejercitar el hecho a la legítima defensa”, ha contado delante de los micrófonos.

“Hasta el momento son 12 los aviones que hemos enviado con cientos y cientos de toneladas de armamento defensivo y material humanitario”, ha dictado para poner en valor que se está haciendo un esfuerzo “muy importante”.

Cuando le han pedido que concrete si España va a enviar “armas pesadas” al este del continente, Robles ha subrayado que si se trata de carros de combate, no; ya que los que utiliza Ucrania respecto de la OTAN son diferentes, pues la tecnología de los primeros tiene que ver directamente con la que empleaba la Unión Soviética (URSS).