Rajoy los 'quema', pero luego se retrata con el 'zombie político' que queda. Empiezan a menudear los ejemplos. El pasado miércoles sin ir más lejos se vio. En medio de las peticiones 'urbi et orbi' de dimisión contra José Ignacio Wert, alguien tan poco proclive a aparecerse en carne y hueso como es el caso del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy apareció para acompañar a su ministro de Educación, Cultura y Deporte en la presentación de un libro en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

Mariano Rajoy escucha a José Ignacio Wert en el debate de Presupuestos de 2013 en el Congreso de los Diputados. Rubén Naranjo/EFE Mariano Rajoy escucha a José Ignacio Wert en el debate de Presupuestos de 2013 en el Congreso de los Diputados. Rubén Naranjo/EFE



Fidelidad con los que se 'queman' en su nombre
El hecho admitió todo tipo de lecturas. Una muy 'popular' entre los medios de comunicación afines al PP, la de que así demostraba Rajoy su disposición a no hacer ninguna crisis de gobierno en toda la legislatura. Otra, que demostraba así su compromiso con la LOMCE, la ley Wert, y que nada de lo que hacía su ministro le era ajeno. Es decir, que más allá de lo que alimenta el fuego el propio Wert con sus 'habilidades y formas dialécticas', Rajoy quería dejar claro que el ministro se echaba a la pira a inmolarse siguiendo sus órdenes.

Un nuevo ejemplo de esta situación va a vivirse el próximo 26 de noviembre, según anuncian, no sin cierto agradecimiento, en el Gobierno valenciano, ya que Mariano Rajoy será quien presente en 'los desayunos de Europa Press' a Alberto Fabra. Justo, un día antes de que, según lo previsto en estos momentos, se eche el cierre a Canal Nou.

 

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto al presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra. EFE



Fabra llamó a Rajoy antes de cerrar Canal Nou
Aunque no confirmado por las partes, es bien sabido que, como en el caso Wert, más allá de los charcos en los que se ha metido por sí mismo, Fabra se decidió al cierre del canal autonómico sólo después de hablarlo directamente con su 'jefe' de filas y confirmar que no tendría dinero para mantener abierta la televisión, y que podía cerrar pese al desgaste que supondría semejante medida.

La situación de Fabra, como venimos contándoles en ELPLURAL.COM, es muy delicada en su propio partido regional, donde cada día está más aislado, pero también en Génova, donde se ve con enorme desconfianza para remontar ante el hundimiento que marcan las encuestas. La foto que le va a permitir Rajoy, sin duda, será cuando menos un buen recuerdo para su álbum si se confirma que no será el candidato del PP en las próximas autonómicas.