Mariano Rajoy llegó a Salamanca para apoyar al candidato y actual alcalde, Carlos García Carbayo, pero no escatimó apelativos para el que denominó insistentemente ‘Gobierno Frankenstein’, algunas de cuyas iniciativas legislativas, como la aprobada ayer mismo Ley de Vivienda, la Ley Trans o la de bienestar animal, -que, según él, “nadie pidió”-, tildó de ‘ridículas’, y consideró consecuencias de ‘elegir malas compañías’.

El expresidente del Gobierno completó con sedición, malversación, Ley del Sí es Sí, y la “revisión de la Historia”, la lista de esos, según dijo, “efectos de pactar con lo mejor de cada casa”, en su opinión, “decisiones contrarias al sentir de los españoles”, revisitando la novela de Mary W. Shelley, para asegurar que, como hizo el doctor Frankenstein, el actual Gobierno se ha construido como “un monstruo, un engendro, y el problema de este monstruo”, dijo, “es que se le fue de las manos y se perdió el control”.

“Nadie asume una responsabilidad por esto”, dijo, reduciendo su análisis sobre la Ley de Vivienda al manido asunto de la ocupación, a la que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, había dedicado también parte de su discurso, anunciando oficinas en todas las provincias de Castilla y León para, supuestamente, combatirla.

Culpable de la polarización

También responsabilizó Rajoy al ‘Frankenstein’ de “la división y la polarización que existe en nuestro país”, dijo, “la mayor desde la Transición”, y de haber roto “los consensos básicos”.

“Hay cosas que es necesario hacerlas mediante grandes consensos nacionales”, afirmó, “como la Transición, la Constitución, la entrada en la Comunidad Europea, el euro, los estatutos de autonomía, pero ahora es muy difícil”.

No se privó Rajoy de volver a anunciar el apocalipsis cuando se preguntó  “¿cómo se puede llegar a un acuerdo con un Gobierno que se sostiene con partidos independentistas, que quieren liquidar a España, con partidos radicales, extremistas, como Podemos, que quieren liquidar nuestro modo de vida, o con el brazo político de una organización terrorista?”.

Contra Sumar

Rajoy no dudó en afirmar que el 28 de mayo, a pesar de celebrarse elecciones municipales y autonómicas es “un magnífico momento” para opinar de “lo que ha sucedido aquí estos últimos años”, y puso las siglas de su partido como ejemplo de “institución seria”, con vocación de gobernar, y que “no es bisagrista”, frente al partido de Yolanda Díaz, Sumar, sobre el que ironizó.

“El PP no es un invento de ahora ni tiene una vida de un cuarto de hora, como otros”, señaló, “Sumar es el Partido Comunista con otro nombre, y su líder, que fue como todo el mundo sabe, elegido en las primarias en las que votó el señor Iglesias, como dios manda... pues esta señora es del Partido Comunista, de ahí pasó a Izquierda Unida y de ahí a Sumar, y yo lo entiendo, porque a ver quién se atreve, con lo que hemos vivido en el mundo, a presentarse con un cartel que ponga su cara y debajo ‘Vota Partido Comunista’”.

En sentido contrario, Rajoy aseguró que las siglas del Partido Popular son “la única alternativa percibida por los españoles frente a tanto despropósito como estamos viviendo”, y, además, “un aval para todos los que sois candidatos”, por lo que dijo estar convencido de cantar victoria el día 28.

El expresidente popular concluyó enumerando sus preocupaciones sobre la inflación, la subida de las hipotecas, el incremento de la deuda pública, “el aumento desmesurado del gasto público”, dijo, y añadió “convendría no repartir euros por doquier”, y el aumento de la deuda pública.

“Pero lo que más me preocupa”, finalizó, “es que cuando llegue Alberto Núñez Feijóo a la Presidencia del Gobierno no se encuentre lo que nos encontramos otros, porque eso sí que es preocupante”.