La prensa internacional continúa siendo durísima con Mariano Rajoy. Hay un medio de comunicación especialmente relevante para Gobiernos, empresas y financieros, el británico Financial Times (FT), considerado la 'biblia' del mundo financiero. La imagen de un país, de un Gobierno y de un Presidente de Gobierno a nivel internacional se mide en buena medida por lo que publique este rotativo, y a juzgar por las últimas informaciones Rajoy, el PP y la marca España no pueden estar peor.

"La batalla de su vida"
Con el Financial se desayunan los tiburones financieros de la City londinense y los ejecutivos de Bruselas. No es habitual que el FT dedique sus editoriales a España, tampoco que las dedique a un primer ministro europeo, hoy lo hace y ese hecho, por sí solo, demuestra el grave momento por el que atraviesa Rajoy. El titular de la editorial sentencia: "Rajoy, en crisis". Exige una investigación "exhaustiva, transparente e independiente" sobre la financiación del PP y los supuestos pagos de sobresueldos con dinero negro a la cúpula de dicho partido, incluido el Presidente del Gobierno. Para el FT, Rajoy se enfrenta "a la batalla de su vida" y debe despejar todas las dudas sobre sí mismo y su partido.

Una "bomba"
El Financial afirma que "esta bomba no podía haber detonado en peor momento, con una población que sufre una tasa récord de desempleo y una austeridad sin precedentes". Además reclama al Gobierno del PP que llegue "al fondo" del asunto 'Bárcenas' para garantizar su supervivencia política. El rotativo describe la contabilidad de Bárcenas publicada en El País, afirma que hay circunstancias que apuntan a una doble contabilidad en las cuentas del PP y añade que este escándalo llega en un momento en que casi todas las instituciones "desde la monarquía hasta el poder judicial" muestran signos de "putrefacción".

El Financial Times es un periódico conservador, defensor a ultranza de las políticas "liberales", y aunque los primeros meses del Gobierno Rajoy elogió sus recortes, ha sido muy crítico con Rajoy, hasta el punto  de que el pasado mes de noviembre lo definió como "un político de provincias poco dispuesto a aceptar la realidad y no es el adecuado para resolver una crisis compleja e internacional".