Un fraude electoral investigado, una puja al mejor postor que superó los 100 euros por voto, detenciones a la luz de los primeros rayos de sol, compra de funcionarios, líderes y familiares de los partidos siendo señalados por su presunta participación... el caso de Melilla ha sacudido la campaña electoral, alimentando a los conspiranoicos del sistema electoral y dejando sobre la mesa una pregunta mayor: ¿es un caso local o hay alguien detrás moviendo los hilos del intento de pucherazo? Ya hay quienes apuntan a Marruecos, país al que presuntamente habrían viajado enviados de Coalición por Melilla para perfilar el pucherazo. La formaciónm melillense no es la única salpicada por la investigacion. Este miércoles a primera de la mañana se conocía que, de los diez detenidos hace 24 horas, dos estarían relacionados con el Partido Popular. 

Por el momento, ninguna puerta se cierra a cinco días de las elecciones. El Gobierno insiste: el proceso se llevará a cabo y se hará con todas las garantías. De hecho, desde que el aumento de policías y agentes de la Guardia Civil empezase a hacerse notar por las calles de Melilla, las peticiones y envíos de voto por correo han disminuido considerablemente. La Policía Nacional, por el momento, apunta a la compra de cerca de 10.000 votos. Las primeras detenciones ya han tenifo lugar.

Concretamente, diez personas tuvieron que declarar este martes en las dependencias de la policía tras ser arrestados a primera hora de la mañana. Entre esta decena de presuntos implicados -puestos posteriormente en libertad-, un par de nombres sobresalen por encima dada su cercanía por Mustafá Aberchán (líder de Coalición por Melilla): Mohamed Ahmed Al Lal, consejero de Distritos, Juventud y Participación Ciudadana del Gobierno autónomo y número tres de la lista electoral de CpM; y Abdel-ilah Nourdine Ahmedun, yerno del propio Aberchán. 

Por el momento, la policía reclama paciencia para seguir el rastro de las pistas conseguidas. Además, ha pedido a los declarantes que no se muevan de Melilla durante el transcurso de la investigación. Ninguna hipótesis está cerrada. Tampoco la de la conexión con Marruecos. Una teoría que, de confirmarse, no haría más que profundizar en las enormes polémicas que persiguen a las relaciones entre Madrid y Rabat desde hace un tiempo (Pegasus, Brahim Gali, cesión del Sáhara...). 

Por el momento, esta operación ya se ha cobrado su primeras víctima -políticamente hablando-. La coalición de izquierdas ha quedado en stand by, paralizada, hasta que se aclaren los hechos. De esta forma, CpM ya no forma parte oficialmente del Acuerdo del Turia, terminología para las alianzas de izquierda a la valenciana -con Compromís y Más País- que la ia izquierda ha ido realizado por buena parte del territorio nacional en las elecciones autonómicas y municipales. 

Por tanto, desde hace siete días solo integran el Acuerdo del Turia las siguientes formaciones: Más País, Verdes Equo, Compromís, Més per Mallorca, proyecto Drago, Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta, y la Chunta Aragonesista.

Interior asegura que las elecciones serán limpias

En la ciudad autónoma no se recuerda una campaña electoral tan convulsa como la actual, aunque la compra de votos es un problema recurrente e interiorizado. La Delegación del Gobierno y el Ministerio del Interior han asegurado que las elecciones en esta ciudad serán limpias, despejando las sospechas de fraude electoral.

A la investigación de los juzgados de Melilla a la supuesta red de compra de votos se le ha sumado un gran despliegue de un fuerte dispositivo policial para controlar Melilla por tierra, mar y aire para evitar que las papeletas lleguen a la Península, donde no existe control en las oficinas de Correos para entregar los sobres, de manera clandestina y se pueda materializar los votos ilegales. que quieren completar el proceso de manera legal.

Agentes de la Guardia Civil vigilan el puerto, el aeropuerto y el paso fronterizo de Melilla. También efectivos de la Policía están custodiando el perímetro de la oficina de Correos en la ciudad autónoma para impedir una salida masiva de los votos y escoltan a los carteros encargados de llevar los votos de los ciudadanos después de que se produjeran varios asaltos. A la red investigada se le adjudica hasta seis asaltos a estos mensajeros llegando a robar 43 sobres, que posteriormente fueron anulados.

Coalición por Melilla estaría implicada presuntamente en pagar a ciudadanos para que solicitasen su voto por correo y entregaran la documentación con la papeleta del partido en Correos. La Junta Electoral de Zona detectó entonces que los demandantes superaban los 10.000, un 20% aproximado de la población con derecho a voto en la ciudad autónoma, diez veces más que la media en España. No sería el primer caso de posible fraude electoral a gran escala en Melilla. La ciudad ya ha registrado sonados casos de compra de sufragios por los que fueron condenados varios exdirigentes.