Esta semana, los portavoces de todos los partidos con representación institucional en la Asamblea de Ceuta (PP, PSOE, MDyC y Caballas) a excepción Vox rubricaban una declaración institucional rechazando las "actitudes provocativas" que "dudan de la fidelidad de los ceutíes a la españolidad de la ciudad”. Todo ello a raíz de las declaraciones de Santiago Abascal, tildando de "quintacolumnistas" de Marruecos a los caballas de confesión musulmana, un 50% de la población local.

“Denuncio la complicidad del PP, que ha firmado un documento criticando nuestra posibilidad de manifestarnos junto al PSOE y a dos partidos (MDyC y Caballas) que en realidad son quintacolumnistas de Mohamed V”, afirmó literalmente el líder ultraderechista volviendo así a rescatar un término prácticamente en desuso y por muchos desconocidos.

¿Qué es un quintacolumnista?

Según el Diccionario de la lengua española editado y elaborado por la Real Academia Española (RAE), un quintacolumnista es una “persona implicada en la quinta columna de un país. Respecto a la quinta columna, la RAE señala que estamos ante un “grupo organizado que en un país en guerra actúa clandestinamente en favor del enemigo”.

A este respecto, el profesor y periodista Siscu Baiges aclara que se atribuye al general franquista Emilio Mola el uso por primera vez de la expresión ‘quintacolumnista’. “La utilizó, en pleno asedio del Madrid republicano, por cuatro columnas de legionarios golpistas. Según Mola, la quinta columna la formaban dentro de la ciudad los civiles fascistas que atacarían por la espalda a los defensores ‘rojos’”, señala Baiges.

Paralelamente, Alberto Laguna, periodista especializado en la Guerra Civil y autor del libro ‘La Quinta Columna’ (La Esfera de los libros), subraya que en la Guerra Civil española los quintacolumnistas “atravesaban las líneas enemigas a diario, se vestían de milicianos para pasar desapercibidos y, en algunos casos, incluso se infiltraban a las organizaciones del Frente Popular para no levantar sospechas”.

“A través de diferentes organizaciones clandestinas, cientos de hombres y mujeres llevaron una doble vida para infiltrarse, obtener información del enemigo y preparar evasiones hacia la zona franquista. Eran, en su mayoría, personas anónimas cuyas acciones nunca fueron dadas a conocer por las autoridades, pero que lograron cambiar una parte de la Historia de esta guerra”.