El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha intensificado las críticas al Partido Popular (PP), acusándoles de dañar la imagen de la Justicia, la lealtad entre las instituciones y la normalidad democrática en España. En un mensaje publicado este jueves en la red social X, Puente aseguró que, a pesar de los esfuerzos del PP, no está "nada claro" que este partido logre gobernar España en los próximos siete años. "Por mucho que se empeñen, mi apuesta es que no lo van a lograr", añadió. Además, destacó que, independientemente de si el PP llega o no a La Moncloa, su actuación en la oposición ya ha tenido un coste elevado para el país, ya que, según su opinión, han puesto en peligro la imagen de la Justicia y han comprometido la estabilidad democrática.
Para Puente, los intentos del PP por alcanzar el poder se habrían llevado "por delante" principios fundamentales de la democracia, un "altísimo precio" que, en su opinión, no se justificaría, sobre todo si el objetivo final no se alcanza. Estas declaraciones llegan en un contexto de creciente tensión entre el Gobierno y el PP, así como de acusaciones mutuas sobre el papel de la justicia en la política española.
Las críticas de Puente no solo se centran en la estrategia política del PP, sino también en la relación de algunos jueces con el partido. En este sentido, se han producido insinuaciones por parte de miembros del Gobierno y del PSOE acerca de una posible connivencia entre ciertos magistrados y el PP. Un caso especialmente señalado es el de Juan Carlos Peinado, el instructor de la causa contra Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, a quien el ministro Óscar López calificó de "prevaricador". López también le acusó de mentir en su declaración judicial y de utilizar una falsedad para imputar a un directivo del Instituto de Empresa (IE) en el caso que investiga a Gómez por presuntos delitos.
Las cartas marcadas
El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también se refirió a la relación entre el PP y algunos jueces en una conversación informal con periodistas en La Moncloa. Durante la tradicional copa de Navidad que ofrece el Ejecutivo, Sánchez acusó al PP de "jugar con las cartas marcadas" en su labor de oposición, insinuando que algunos jueces estarían colaborando con el partido en una especie de complot judicial. Esta acusación se centró especialmente en las filtraciones que han surgido desde el entorno del PP sobre decisiones judiciales que, según denuncian desde el Gobierno, han sido adoptadas por los jueces días después de haber sido anticipadas en redes sociales por el jefe de Gabinete de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
En respuesta a las críticas de Puente, el PP ha replicado a través de su portavoz parlamentario en el Congreso, Miguel Tellado, quien acusó al ministro de haber vuelto a un tono "bronco" y confrontativo. "Cuando Óscar Puente creía que no tenía competencia como el ministro broncas del Gobierno, se tomó unas vacaciones. Ahora, viendo que le disputa el puesto el otro Óscar López, ha decidido volver en estado puro", afirmó Tellado en un mensaje en X. De esta manera, el PP respondió de forma tajante a las declaraciones de Puente, sugiriendo que su actitud agresiva y polarizadora se debe a la competencia interna dentro del Gobierno.
En resumen, el intercambio de acusaciones entre el Gobierno y el PP se ha intensificado en las últimas semanas, con el papel de la justicia como uno de los ejes principales de la confrontación. Puente, Sánchez y otros miembros del Ejecutivo han cuestionado la independencia judicial y han sugerido la existencia de una estrategia del PP para influir en ciertos fallos judiciales. Por su parte, el PP ha acusado al ministro Puente de mantener un tono agresivo y de buscar desviar la atención de otros asuntos internos del Gobierno. La tensión entre ambos bloques políticos se mantiene elevada, con un ambiente de polarización creciente en torno a la relación entre política y justicia en España.