La popularidad del hospital de pandemias de Isabel Díaz Ayuso ha logrado llegar a oídos de la prensa extrajera. El Hospital Isabel Zendal de Madrid, rodeado de polémica por su construcción, por su gestión con los pacientes de coronavirus que lleva recibiendo desde hace meses y los encontronazos con el personal sanitario ha abierto un sendero de información en los países vecinos. El diario francés Le Monde le ha dedicado un detallado reportaje.

El periódico ha definido al centro de Ayuso como "una especie de hospital de campaña de lujo”, explicando que es el claro reflejo de la polémica estrategia contra la pandemia de la capital española. Siguiendo la estela de algunas declaraciones de sanitarios madrileños, Le Monde asegura que este hospital no se parece en nada a sus semejantes, matizando que “no tiene vocación de serlo”. 

Testimonios en primera persona

De la misma manera, resalta las estructuras del edificio, las cuales han sido adecuadas para atender a los pacientes de coronavirus: “Lo más llamativo es la alineación de las camas, sin la privacidad habitual de las habitaciones de un hospital, sin la soledad también, a menudo difícil de soportar para los enfermos, de Covid-19”, escribe.

Por suerte, el prestigioso periódico también ha tenido la oportunidad de conocer los testimonios de algunos sanitarios que trabajan allí. En primer lugar, Ana Rodríguez, de 24 años, destaca al medio francés que “todo está digitalizado” y que los sanitarios cuentan con una organización que permite estar en todo momentos pendientes de los pacientes. “Además, quienes estén en suficiente forma pueden caminar por los pasillos, conversar, o incluso jugar al ajedrez en las mesas instaladas”, asegura. 

Por otro lado, Javier Marco, director médico del Zendal, subraya el fin último del centro: “Nuestro objetivo es aliviar al máximo los hospitales de los pacientes de Covid para que puedan retomar su actividad normal y que las personas con otras patologías ya no tengan el miedo de acudir a los centros sanitarios, como vemos ahora, con los riesgos que esto supone para ellos”, aclaraba en el reportaje.

Los desperfectos del Zendal, vistos desde fuera

A pesar de las positivas declaraciones de algunos de sus declaraciones, Le Monde incidía en los fallos del hospital, los que tildaba de "numerosos". A diferencia de los testimonios anteriores, una enfermera anónima apoyaba la cuestión de la poca privacidad de la que gozan los enfermos, ya que  "no son lo suficientemente autónomos para llegar a los baños y molesta a quienes están presenciando el agravamiento de uno de sus vecinos del bloque”.

En la misma línea, el diario resalta que los sanitarios son voluntarios o trabajan con "contratos Covid", temporales. Es así como también refleja la visión de muchos pacientes que se han negado a su traslado, ya sea por la lejanía frente a sus hogares o la mala fama que recibe el propio centro.

Le Monde deja claro en su reportaje la visión que se tiene desde fuera del Hospital Zendal: Por un lado, el gobierno de Diaz Ayuso lo calificaba como "una hazaña", mientras la oposición arremetía contra su proyecto acusándolo de "propaganda política" y que su utilidad encubierta era "ocultar las brechas abiertas por la debilidad de las restricciones impuestas desde junio de 2020 para controlar la epidemia”.

“En Madrid, donde la variante británica representa casi el 50% de los casos nuevos, el Zendal debe evitar que suceda eso”, subraya el diario haciendo balance con otras autonomías más afectadas por la pandemia, como la Comunidad Valenciana, donde otras áreas sanitarias han tenido que remodelarse para atender al colapso de pacientes por el virus.